PELÍCULAS COMENTADAS | FILM | BSO |
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The Legend of Shaolin Eye for an Eye Song of the Assassins Blind War RRR | ✭✭✭✭✩✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✭✩ | ✭✭✭✭✩✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩ |
El último día de las Nits de Vic 2022 se presentaba épico, y en efecto, fue un continuo crescendo tanto en calidad como en euforia cinematográfica con las películas que, apenas sin pausa por la maratón triple de cine chino de acción que casi empalmaba con la sesión de las 16:00, culminaría una también edición de las Nits algo irregular en sus primeros días, pero que sin duda fue creciendo a medida que pasaban los días y culminaría con una catarsis tollywoodiense como hacía años que no sucedía —creo que deberíamos remontarnos a la también clausura india con Action Jackson en la edición de 2015 para ello—.
The Legend of Shaolin
Correcto film de acción hecha “a la antigua usanza”, donde el argumento de la guerra por el trono del último emperador y un mapa del tesoro custodiado por el último gran monje Shaolin parece un mero pretexto para brindar unas vistosas coreografías de artes marciales envueltas de ese humor tan marca de la casa de la cinematografía china. Producto iQiyi directo para plataformas que gracias a las Nits pudimos disfrutar en pantalla grande, en global resultó algo floja y abusiva de los múltiples cortes y planos cortos en las coreografías de artes marciales, desluciendo la parte Shaolin, pero sus partes de comedia, como el involuntario sex appeal de nuestro protagonista, ayudaron mucho a sobrellevar el producto final.
Eye for an Eye
Enésima versión y revisión de Zatoichi, esta vez bajo el prisma histórico chino. Notable película de 75 minutos que bien podría servir de episodio piloto de una gran serie sobre el guerrero ciego itinerante. Con unas espléndidas secuencias de acción protagonizadas por Tse Miu, discípulo de la gran estrella Jet Li, en “Eye for an Eye” veremos cómo la justicia es justa, además de ciega, vengando el crimen en la boda de una chica a raíz del pasado de su hermano. A destacar la espléndida fotografia del film, que junto a la simple pero efectista música logran un producto audiovisual de gran empaque.
Song of the Assassins
Intentar explicar la trama de “Song of the Assassins” es demasiado complejo, pues lo que aparentemente parece un wu xia con efectos digitales a la Marvel acaba convirtiéndose poco a poco en una especie de “Juego de Tronos” realmente atrayente, aunque algo atropellado en sus 2 horas de duración. Quizá una duración épica de 3 horas le habría sentado mucho mejor, pero una postproducción en plena pandemia quizá ha lastrado demasiado esta superproducción cantonesa de Daniel Lee, basada en la novela de Yuan Tai Chi.
Personalmente la estética entre medievofeudal y cyberpunk me pareció muy interesante, así como la conjunción de escenarios naturales y digitales está bastante bien compensada. Y la película va cobrando más personalidad propia a medida que avanza, dejando entrever varias capas argumentales donde nadie es lo que parece; pero hubiera preferido un trato más tradicional de las batallas y sin tanto CGI, como en su banda sonora, más preocupada en ser épica y pomposa que en realmente servir a la película —muy en la buscada línea Marvel—. El resultado final, aún así, es realmente notable, con un gran tramo final donde todas las conspiraciones componen un maravilloso puzzle digno, como decíamos, de la saga de George R.R. Martin.
Blind War
Con un brutal y trepidante inicio, con un montaje y una adrenalina con claros ecos a la apertura de “Tenet” de Christopher Nolan, empieza “Blind War”, la segunda película del día que cerraba el ciclo chino de guerreros ciegos de estas Nits. Un impecable Andy On encarna a un policía que queda ciego en un atentado terrorista. Cuando logra sobreponerse a tal tragedia y lograr una agilidad digna de Daredevil que propiciará unas secuencias de combate realmente espléndidas, se verá envuelto en el rescate de su hija por parte de una mafia de trata de blancas. Al mismo tiempo, la autora del atentado ejecutará una doble venganza contra él y a su vez contra la propia mafia a la que pertenecía, originando una de las más sádicas buddy-movies que hemos visto en mucho tiempo, mezclando la saga “Venganza” de Liam Neeson con el reverso tenebroso de “Nikita” y aderezando el conjunto con una violencia seca y sin contemplaciones. Aunque le sobra algo de metraje y su música cumple una función meramente empapeladora sin ninguna trascendencia, es un film brutal, no apto para todos los estómagos pero que sin duda te mantiene pegado al asiento.
RRR – Rise, Roar, Revolt
Si en la edición de 2020 el fin de fiesta fue con una gran superproducción china como fue “Los 800”, este año tocaba rememorar las grandes epopeyas indias con la épica “RRR”, una auténtica apisonadora de —buenos— excesos de la mano de S.S. Rajamouli, quien después del binomio de “Baahubhali” nos lleva a la india colonial para contar una historia de amistad entre dos (super)héroes, Raju y Bheem, entretejida entre la revolución contra el Imperio Británico.
Drama, patriotismo, tragedia, comedia, buddy-movie, romance, acción, momentos musicales de grandísima belleza e impacto e incluso escenas de tortura. Todo eso y más, en 3 horas de metraje que se pasan volando, creando un clásico instantáneo donde todo vale, y todo queda genial: ecos del Ramayana, las figuras reales de los libertadores Ram y Bheem (aunque no llegaron a conocerse en la vida real), y sobretodo, una excesiva pero sorprendentemente narrativa música de M.M. Keeravani, que conjuga canciones y dramaturgia de forma totalmente cohesionada con la película, destacando el uso del konnakol en momentos puntuales —destacando justo al inicio del film y con la transformación de Ram a la Rambo— y sobretodo el tema principal y leit-motif de la amistad entre ambos protagonistas, que evoluciona con su relación y que tiene sus tres cúspides (como las tres Rs del título) en la bellísima canción “Dosti” tras conocerse, en el duelo en la mansión británica como enemigos (sorry, pequeño spoiler), y en el épico final donde unen fuerzas de nuevo, y esta vez para siempre.
No puede explicarse con palabras el subidón que supuso cerrar las Nits 2022 con semejante peliculón en pantalla gigante, sonido impecable y un público entregadísimo aplaudiendo a rabiar tanto las tremendas escenas de acción como las secuencias de danza con “Naacho Naacho” y la epíloga “Sholey”. Brillante.




Y esperando con ansias poder volver a vivir esta magia en L’Atlàntida en julio de 2023, aquí acaba nuestra crónica con un repaso fotográfico con la gran compañía de estos días, en especial a mi caricatura hecha por la ilustradora y miembro del jurado Júlia Olivella. ¡Hasta el año que viene nitòmans!