PELÍCULAS COMENTADAS | FILM | BSO |
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Summer Inu-Oh Kung Fu Stuntmen Dostojee Treat or Trick Sanak | ✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✭✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✭✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩ ✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩ | ✭✭✭✭✭✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✭✩ ✭✭✭✭✭✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩ ✭✭✭✭✩✩✩✩✩✩ ✭✭✭✩✩✩✩✩✩✩ |
Y encarábamos el fin de semana que pondría punto final a las Nits de Vic 2022 con una programación similar a la del día anterior, al menos en cuestión de horarios y maratones cinematográficas. Sin dar mucho descanso a los acérrimos cinéfilos que allí nos agolpábamos —si el día anterior hubo el pase especial de Butterflies con, esta vez sí, la presencia del director y la compositora de la canción de la película, la sesión de comida no iba a ser menos memorable con un documental poco menos que imprescindible.
Summer
Después del éxito de “Zero to Hero” la edición pasada, que ganó el gran premio del jurado, nos llega, esta vez desde Taiwán, otra película sobre superación personal y entrenamiento en atletismo, aunque aquí mezclado con el drama familiar y personal del entrenador, una antigua estrella del atletismo caída en el ostracismo, y el periodismo sensacionalista y amoral que exprime cualquier tragedia para conseguir audiencia. Sin ser tan redonda como el film de Hong Kong, y aun con su anticlimático epílogo que pierde el foco que tenía la película hasta ese momento (la película no sabe decidirse por quién es el protagonista, si el entrenador o la periodista), la película es bonita y bastante más rebelde que “Zero to Hero”, pero se siente ya vista otras veces y sus casi dos horas se hacen algo largas. Su banda sonora, sin ser ninguna maravilla, cumple su función dramática mezclando el uso del piano y la guitarra dependiendo del foco hacia dónde se dirige la escena, si la periodista o el entrenador, pero sin filigranas narrativas.
Inu-Oh
¿Cómo describir “Inu-Oh”? Es difícil de decir en pocas palabras, aparte de obra maestra de la animación japonesa. Masaaki Yuasa ya hace años que hace gala de un estilo no sólo visual sino también narrativo que está en otra galaxia respecto el anime nipón, cosa que demostró en 2017 con dos obras impresionantes y que no pueden ser más distintas, un neo-noir del absurdo como “Night is Short, Walk on Girl”, y un musical bizarro que trasponía “Ponyo en el Acantilado” como es “Lu Over the Wall”. Y tras otros exitosos proyectos, llega “Inu-Oh” bajo una vertiente musical imposible desde donde se nos relata la historia de Inu-Oh, un histórico y célebre cuentacuentos del teatro Noh japonés del siglo XIV, aquí convertido en una suerte de Quasimodo escondido tras una máscara, y que revolucionará el mundo del arte mediante su asociación artística con un intérprete ciego de Biwa, revolución representada mediante el formato de ópera rock. Sí sí, con su guitarra eléctrica y su batería, en una fusión única pseudo-diegética que representa, de una forma cómoda al oído del siglo XXI, cómo estos dos artistas se convirtieron en una revolución, un fenómeno de masas y un enemigo total del establishment de la época siendo ellos mismos unos parias.
No exageramos si decimos que por su fusión musical de música tradicional con contemporánea que presenta, y la psicodelia y el realismo mágico que destila para reinventar y reimaginar una parte muy borrosa de la historia de Japón, “Inu-Oh” no encuentra parangón hasta 1973 con “The Belladonna of Sadness”. Las canciones pueden parecer algo repetitivas, pero existe una razón narrativa: el teatro Noh, algo así como la “ópera japonesa”, se basa mucho más en percusión que en armonía y melodía, siendo el ritmo el total centro de atención musical con el uso de tres tambores distintos, y pasajes melódicos largos y repetitivos a menudo interpretados por una flauta. La propia película usa música al estilo Noh como contraste, y por ello, al convertir las piezas de nuestros protagonistas a opera rock los hace transgresores, al mismo tiempo que su repetitividad melódica (canto) y rítmica (batería) los hace musicalmente tradicionales. Una maravilla. Si quien vio la genial y también japonesa “On-gaku” en la edición pasada y se quedó con ganas de más, no puede perderse “Inu-Oh”.
Kung Fu Stuntment
Y llegamos al documental antes mencionado; un enorme ejercicio tanto histórico como homenajeador, con tantas luces como con tantas sombras, acerca de los equipos de stuntmen o especialistas del cine de acción Hong Kong de la última mitad del pasado siglo XX, empezando por la Shaw Brothers y terminando con la Golden Harvest. Y es que para todo el mundo que haya disfrutado con las coreografías imposibles de artes marciales y las escenas de acción de ensueño protagonizadas y coreografiadas por los equipos de Bruce Lee, Sammo Hung, Jackie Chan y Kar-Leung Lau, así como dar el reconocimiento visual que se merece a auténticos héroes que arriesgaban literalmente sus vidas en cada plano, como Yuen Wah, Ho Hsiao, Mars Cheung o Chin Kar-Lok.
Desde los orígenes en la ópera china, donde música, canto, artes marciales y acrobacias se daban la mano con total naturalidad, hasta llegar a las luchas secas de Bruce Lee, el posterior resurgir del cine de acción con coreografías basadas en kung fu y armas totalmente reales y la época dorada de los 80, con esas peleas usando objetos de atrezzo y variaciones escenográficas continuas y, obviamente, esas caídas brutales sin cables, ni medidas de seguridad ni seguros médicos desde sitios imposibles. “Kung Fu Stuntmen” relata con pasión y dureza, pero con auténtico amor una época que no se volverá a repetir, con todo lo bueno y todo lo malo que conllevaba el modo de mida de los especialistas de acción-. Y con los principales protagonistas como testimonios de excepción. Brutal.
Dostojee
No sólo de grandes producciones de acción vive el cine de la India, y “Dostojee” es la gran prueba de ello. Rodada con luz natural, sin más banda sonora que los lejanos cánticos diegéticos de la gente de la comunidad donde se desarrolla la historia, y haciendo brillar un encanto y un talento natural sorprendente de los dos niños protagonistas, “Dostojee” nos ofrece un precioso trayecto sobre la inocente y auténtica infancia de dos niños de dos mundos distintos, en plena “guerra ideológica” por sus adultos. No es una película fácil de digerir, pero ofrece momentos tan bellos que es una de las imprescindibles de esta edición de las Nits sin lugar a dudas.
Treat or Trick
Curiosa propuesta taiwanesa para encarar la última hora de la tarde antes de la cena al aire libre y la exhibición de danzas indias, en la que mezclan con bastante acierto el cine de gángsters, el terror y la comedia. Un oficial y sus compañeros deciden quedarse con los diamantes de una mafia cuando los incerceptan en uan redada, pero les sale mal y son capturados por dicha mafia cuando uno de los compañeros los traiciona y huye solo, con la mala suerte de llegar a un misterioso pueblo donde nada es lo que parece. Cuando el oficial tenga 48 horas para encontrar los diamantes y llegue a dicho pueblo, la atmósfera tarantiniana del film se entremezclará con el cine de fantasmas de la escuela de “Una Historia China de Fantasmas” y un humor de brocha gorda pero con acertados toques muy slapstic que te arrancan más de una sonrisa. Sin ser una gran película, cumple perfectamente como divertimento y como sesión de tarde fue muy recomendable.
Exhibición y Taller de Bollywood con Nataraja Dance
Uno de los eventos más esperados de las Nits suelen ser la Nit dedicada a la Índia, porque los amantes del cine de Bollywood tenemos la suerte de poder ver exhibición de danzas índias, algunas de ellas inspiradas en el cine, gracias a la academia Nataraja Dance que año tras año acuden a la cita vigatana. Pero este año, además, después de tener que ser más precavidos por los protocolos sanitarios por el coronavirus, volvió el taller de Bollywood, y por fin pudimos seguir con mi pareja —quien ya estuvo en Vic el año anterior para el fin de semana de festival y poder vivir la jornada india— las coreografías de Dev Kalandara con gran entusiasmo.


Palmarés y Entrega de Premios
La entrega de premios de esta edición del certamen fue especialmente interesante desde un punto de vista personal, pues quien escribe estas líneas y en nombre de este blog, La Musa Que Era, fue el encargado de salir al estrado como portavoz del premio de la crítica especializada. Un gran honor al que agradezco a Quim Crusellas el haber contado conmigo para ello en esta 19a edición del festival, y quinta consecutiva como medio de cobertura.

Sanak
Revival encubierto —no muy sutilmente— de la primera entrega de La Jungla de Cristal y que hizo las delicias del público de la Bassa dels Hermanos, con unas secuencias de acción que quitaban el hipo en un continuo non-stop de peleas, tiroteos y persecuciones a lo largo de los pisos de un hospital tomado por parte de un grupo terrorista como base de operaciones con rehenes como plan de rescate de su líder, en la cárcel pero justamente ingresado en ese hospital por una “oportuna” operación de riesgo.
Tras los primeros 15 minutos de situación dramática, con nuestro protagonista velando por su amada, enferma del corazón y también ingresada en el hospital, empieza la “caña”. No por nada Sanak significa “locura”, que es lo que se desatará durante los 100 minutos que quedarán de película. No faltarán dosis de humor y de épica absurda, como los vahídos de nuestro protagonista por la falta de azúcar (alerta a la secuencia en el área de incubadores porque es locura absoluta), así como su gran dominio de las armas, las artes marciales y estrategias militares que pondrán en jaque al villano de la historia, una suerte de Hans Grüber que será una buena contrapartida protagónica.
La noche acabaría con otra sesión golfa, en colaboración con la Cutrecon, pero desde aquí se dio el día por acabado, sabiendo que aún faltaba un último día lleno de grandes películas y un grand finale que sería inolvidable, y retomar fuerzas era necesario.