Asian Film Festival 2021 (y 2)

PELÍCULAS COMENTADAS VALORACIÓN
Ellie & Abbie (& Ellie’s Dead Aunt)
Not Today
Bridge
Children of the Night
Restart
Our Midnight
✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩
✭✭✭✭✭✭✭✭✭✩
✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩
✭✭✭✭✭✭✭✭✭✭
✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩
✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩

Finalizamos nuestro viaje por el Asian Film Festival 2021 con las últimas 6 películas vistas en Filmin, destacando un documental realmente aterrador, “Children of the Night, que entra por la puerta grande en el conjunto de documentales imprescindibles de este siglo.

Ellie & Abbie (& Ellie’s Dead Aunt)

Maravillosa comedia australiana LGBTI y coming-of-age, sobre una chica de instituto (Ellie) que se enamora de su compañera de clase rebelde (Abbie), pero aunque aparenta naturalidad en ser lesbiana, los demonios interiores e inseguridades de nuestra protagonista la asaltan continuamente y acaba no sabiendo gestionar ni su relación con la chica ni con su propia madre. Las cosas se complicarán mucho más cuando, encima, su tía muerta se le aparece en forma de hada madrina, con la misión de ser su guía en el control de sus sentimientos y de su vida. La película sabe ser honesta cuando lo necesita, pero lo compagina muy bien su vertiente cómica cuando hay que serlo —sobretodo con el personaje de la tía—. Y encima, la película incluye un profundo mensaje reivindicativo sobre los altercados en las primeras manifestaciones de liberación sexual décadas atrás que, además, logra no quedar como un parche sino que está perfectamente conectado al propio engranaje de la película. Así da gusto ver comedias adolescentes.

Not Today

Brillante y conmovedora historia la que cuenta esta pequeña película india que apuesta por un brutalmente honesto tour de force entre su dúo protagonista, y sale completamente airosa. Una chica de 24 años, adoptada en una familia muy tradicional, logra secretamente trabajo como Consejera de Prevención de Suicidios, y en su primer día recibe una cuidadosa instrucción con unas reglas que debe cumplir a rajatabla, entre ellas no implicarse emocionalmente con quien llama, ni dejarle tomar el poder de la conversación. Pero cuando un hombre de 52 años llame, se desencadenará un descenso mutuo a los infiernos absolutamente apasionante que reflejará dos realidades de la india con un detalle abrumador, y donde ambos entrarán en un juego quid pro quo en el que empezaran cada uno a luchar y liberar su propia soledad y su propio dolor. Un emocionante viaje a dos bandas con unas interpretaciones impresionantes —la joven Rucha Inamdar y un inmenso Harsh Chhaya—, y que vale la pena vivirlo y llorarlo.

Bridge

No dejamos la India, para adentrarnos en este inusual coming-of-age donde, de nuevo, descubriremos una dura realidad rural de la India, siguiendo a una adolescente que vive en un pueblo de la ribera de un caudaloso río con su hermano pequeño y su madre epiléptica. El puente a la que hace referencia el título es el deseo del pueblo, porque no existe debido a las constantes subidas de caudal del río: un pueblo para poder cruzar dicho río y no depender del barquero. Con esta premisa, se nos ofrecerá un retrato de deseo de empoderamiento de nuestra jvoven protagonista, a la que un reportaje de un noticiario que retrata la pobredumbre del lugar quizá puede cambiarle la vida. El contraste de las nuevas tecnologías y una vida extremadamente tradicional y sin futuro —la inexistencia del puente los incomunica totalmente— queda patente en una lucha sin cuartel por salir adelante. Conmovedora opera prima de Kripal Kalita y con una protagonista totalmente luminosa, la joven Shiva Rani Kalita, y una fenomenal banda sonora casi mística de cantos lejanos que aumenta la sensación onírica del lugar.

Children of the Night

Demoledor documental que no es que ponga el foco en los niños soldado del ISIS: es que va de ellos. En un campamento de la ONU hay un grupo de niños que pasan el rato jugando a “la guerra”, como haría cualquier niño de su edad, y que están en una situación paradójica: no son prisioneros, pero no pueden salir del campamento porque de hacerlo, volverían al ISIS. Son niños soldado rescatados —en contra de su voluntad— por las Naciones Unidas, pero nadie sabe cómo tratarlos, tienen el alma completamente llena de odio por la educación que han recibido por parte del Estado Islámico. Y ver a niños de 11-12 años contar con una convicción y una claridad de ideas escandolas cómo los líderes del ISIS les rescataron de la calle y les dieron comida, techo, instrucción militar y una educación, y que no eran nadie hasta que su líder los hizo hombres; que darían su vida por la causa; que han matado a infieles y que volverían a hacerlo sin pestañear; que en esta vida han venido a sufrir y luchar en la guerra para ganarse el sitio junto a Allah; que no hay paz ni alegría en este plano de existencia… No exagero si digo que, a pesar de no salir ninguna imagen violenta ni cruda, es uno de los documentales más intensos y sobrecogedores que he visto en mi vida.

Restart

Comedia dramática que deviene un encantador coming-of-age sobre los sueños frustrados y el volver a empezar. Protagonizado por EMILY, cantante japonesa del grupo HONEBONE que además compone la banda sonora del film, el inicio del film relata el duro mundo de las idols con ella, una chica recién graduada de un pueblo de Hokkaido yendo a Tokyo para ser cantante de éxito. Intentando ganarse la vida como idol se verá envuelta en cotilleos del corazón que le destrozan el corazón y la carrera, y se ve obligada a volver, derrotada, a su casa. Una vez allí, la película arranca de nuevo, y el guión de la película consigue lo imposible: no caer en el melodrama romántico y, al contrario, ofrecer una historia de reencuentro y recomienzo tierna y fresca, de amistad y de reunión familiar, y encima en unos parajes naturales de ensueño como son las montañas de Shimokawa. Y con un nuevo amor por la música, que es lo mejor. Es una película pequeña pero sin duda, hecha con mucho cariño; y logra ser encantadora sin ser boba. Genial.

Our Midnight

Intimista en formato, y rodada en un solemne blanco y negro, “Our Midnight” refleja la inseguridad de una sociedad que puede quedar desamparada con demasiada facilidad en la aparentemente idílica Corea del Sur. Un joven actor sin trabajo y sin futuro, que se empeña en querer (per)seguir su sueño en lugar de condenarse a un trabajo que no le gusta pero que le dé seguridad financiera, acaba encontrando empleo de vigilante nocturno como preventor de suicidios. Durante una de sus rutas se cruzará con una chica objeto de bullying en su empresa, por denunciar a su novio, también empleado, por violencia de género. Durante toda esa noche, caminarán juntos por las calles de Seül buscando apoyo moral mutuo. Se entiende que la película no acabe yendo a ningún lado, como metáfora de la situación en la que se encuentran ambos, y se agradece que no acabe cayendo en el melodrama, pero aunque ambos protagonistas logran arrojarse algo de luz mutuamente, el hecho de no ser muy empatizables resta puntos a una cinta que podría haber sido más profunda y punzante de lo que acaba siendo.

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