#Editorial: 2 de cal y 2 de arena

Octubre de 2021 ha sido un mes de efemérides en cuanto a las afinidades musicales de esta web. Unas de buenas, y otras de tristes y sentidas como son los fallecimientos de referentes e iconos. Y desde La Musa Que Era no queríamos terminar el mes sin dejar constancia y dejar nuestro pequeño homenaje a todo ello, pues las buenas son dignas de mención, y las sentidas dignas de recordar.

Y es que empezábamos el Festival de Sitges de 2021, el pasado 7 de octubre, con la noticia del fallecimiento de Koichi Sugiyama, a los 90 años de edad. Toda una leyenda en el mundo de las bandas sonoras, pues fue impulsor no solamente en la sonoridad sinfónica en los videojuegos en plena época de chiptune, sino que además fue pionero en la celebración de conciertos sinfónicos de dichas bandas sonoras en Japón, desde las Symphonic Suites de Dragon Quest —de cuya música se ha encargado en las 11 entregas publicadas hasta ahora y de la futura, y póstuma, duodécima, así como de series y películas asociadas a la saga— al primer festival orquestal de videojuegos de la historia, los llamados Game Music Concert entre 1991 y 1995.

Koichi Sugiyama y “Dragon Quest” (1931—2021)

Galardonado por el Gobierno de Japón con el reconocimiento de Persona de Mérito Cultural justo hace un año, la pérdida de Sugiyama pone de luto a quienes crecimos con la flamante sinfonifización de la música de videojuegos, de la que Nobuo Uematsu o Kôji Kondo fueron las primeras espadas.

Hay varios compositores de música de videojuegos, tanto orientales como occidentales, que han logrado elevarlas a un nivel de prestigio y respeto más allá del propio medio al que van dirigidas. Pero si hubo alguien que abrió el camino a ello, apostando por un lenguaje sinfónico y lírico más propio del cine y los auditorios, fue sin duda Koichi Sugiyama.

Y justo a mediados de festival, el 12 de octubre, cambiamos de tercio y dejamos los videojuegos para focalizarnos en la música folk irlandesa, música que gracias a él vive una época dorada desde hace años. Y es que Paddy Moloney, fundador de The Chieftains y líder de dicha banda por casi 60 años, falleció el 12 de octubre a los 83 años de vida. Su gaita, sus whistles, y su universal visión de enriquicimiento musical penetrando otros géneros y apostando por el mestizaje dejan un legado enorme de casi 50 álbums lanzados llena de colaboraciones de artistas consagrados como The Corrs, Mark Knopfler, Mick Jagger, Sting, Sinéad O’Connor, Ry Cooder, y sobretodo Kepa Junkera y, obviamente, Carlos Núñez. Y digo sobretodo porque ambos han basado su carrera musical en la misma visión que Paddy, el mestizaje folk.

Paddy Moloney (1938—2021), con Carlos Nuñez al fondo

Si Kepa Junkera apadrinó hace poco a un gran gran arpista folk de Catalunya, Josep-Maria Ribelles, y ha apostado por el folk catalán como fuente de inspiración para su proyecto Fok, como hemos relatado en esta web, Carlos Núñez basa sus giras precisamente en reunir agrupaciones y músicas de las tierras a las que viaja, logrando un sonido cercano y entrañable, lleno de emoción, como hemos relatado aquí en varias ocasiones. Sin olvidar el maravilloso concierto en el que compartieron escenario en el Festival de Pedralbes de 2019 en un espectáculo de los que, en lo particular, con más cariño recuerdo.

Y es que The Chieftains no son sólo la banda folk más famosa del mundo; también son la banda clave para la internalización de la música irlandesa, ya que Paddy Moloney nunca se impuso límites musicales ni geográficos ni de género. Y claro, son fundamentales en el meteórico ascenso de Carlos Núñez, quien lo considera su padre y referente artísticos desde que se fueron juntos de gira por Estados Unidos hace 25 años, y en aportar un auténtico sonido folk a multitud de producciones cinematográficas como “Barry Lyndon” (1975), “Far and Away” (1992), “Rob Roy” (2005) o “Gangs of New York” (2002), sin olvidarnos de la música para la TV Movie “Treasure Island” (1990).

Pero como he dicho antes, no todo han sido malas noticias musicales este mes de octubre. Y es que el antes mencionado Festival de Sitges de 2021 ha premiado, por primera vez en sus 54 años de historia, a un compositor de bandas sonoras como es Roque Baños por su gran carrera profesional en el cine en general, pero el cine de género en particular.

Con Roque Baños y su Maria Honorífica recibida en el Festival de Sitges 2021
Roque Baños en la premiére de “Veneciafrenia”
Coloquio con Roque Baños

Habitual colaborador de Álex de la Iglesia desde “Muertos de Risa” (1998) y de Fede Álvarez —”Evil Dead” (2013), “Don’t Breathe” (2016)—, pasando por sus bandas sonoras para “El Corazón del Guerrero” (1999), “Tuno Negro” (2000) o “Frágiles” (2005) de Jaume Balagueró, su carrera cinematográfica ha sido muy variada, como pudimos presenciar en directo los que lo conocimos en el concierto que ofreció junto a la Banda Municipal de Barcelona, pero sobretodo ha sido de los compositores más prolíficos en el cine de género.

Siendo uno de los principales compositores de una industria de cine tan cercana como la española, sobretodo en el terror y el fantástico, es más que importante que el primer galardón a una carrera musical en un festival como el de Sitges sea para alguien como Roque Baños, que recibió el premio durante la premiére absoluta mundial de “Veneciafrenia” (2021) de Álex de la Iglesia, y con el que pudimos charlar y fotografiarnos durante el coloquio que organizó el propio festival, donde declaró sentirse especialmente cómodo en el terror pues es el género que le permite más experimentación en harmonía y sonido.

Y para terminar, no podíamos olvidarnos de una web como MundoBSO, que este próximo 2 de noviembre cumplirá 20 años de existencia que desde aquí celebramos con alegría. Una web que, por méritos propios, se ha erigido como la mayor web de bandas sonoras del mundo, siempre coordinada por su alma mater, Conrado Xalabarder, y siempre disponible en https://www.mundobso.com.

Sin duda un referente para los amantes de las bandas sonoras y para su debate como instrumentos dramáticos y narrativos más allá de meros discursos ambientales, los 20 años de MundoBSO y la comunidad que se ha creado alrededor, compuesta tanto por aficionados como por compositores, son la consagración del portal como proyecto divulgativo y de larga vida, la que ya ha tenido y la que sin duda tendrá.

Con más de 30.000 reseñas de música para películas, documentales, series y videojuegos, así como material divulgativo sobre teoría narrativa y lecciones de música de cine —indispensables para entender la magnitud del trabajo que realizan los compositores—, MundoBSO es el buque insignia en lengua castellana de los que amamos las bandas sonoras mucho más allá del malentendido “música que acompañe a las imágenes”.

Como rezaba el título de esta editorial, dos de cal y dos de arena. Pero todas cuatro imposibles de no conmemorar, sea para abrir camino o para disfrutar de su legado.

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