Nits Orientals de Vic 2021: Día 4 (Corea)

PELÍCULAS COMENTADAS FILMBSO
On-Gaku: Our Sound
Tokyo Dragon Chef
Beasts Clawing At Straws
Butterflies
Secret Zoo
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El viernes 23 de julio, y cuarto día de las Nits de Cinema Oriental, para los acreditados y los invitados no empezó con la sesión infantil de “Manducàlia”, como reflejaba la programación del festival, sino que significó la visita guiada y ofrecida por Osona Turisme a…

Vic Punt Zero

… la instalación “Vic Punt Zero”, una experiencia interactiva que permite conocer la hermosa convergencia arquitectónica e histórica, con la visita guiada a las ruinas del castillo medieval, colindantes a la iglesia barroca de la Pietat y con un templo romano encontrado en su interior. 2.000 años de historia visibles desde el mismo enclave, que culminaron en un mapping audiovisual donde se hace un recorrido de esos dos milenios de vida de Vic desde que fue fundada con el nombre de Auso, y con el arte y la vida social y económica como hilo conductor. Una experiencia realmente interesante que disfruté mucho, personalmente, y en la que mi trenza pelirroja chupa bastante cámara en las fotos oficiales del evento, como podéis ver en el siguiente tuit.

On-gaku: Our Sound

Después de la visita cultural, llegamos a L’Atlàntida para nuestro primera proyección, que acabaría siendo una sesión doble al proyectarse “Tokyo Dragon Chef” de Yoshihiro Nishimura, inicialmente prevista en las sesiones golfas canceladas por el protocolo Covid. Pero no adelantemos acontecimientos, porque “On-Gaku: Our Sound” es sin duda una joya en bruto de la animación. Nadie diría que el film es japonés, pues su estilo está más cerca de Beavis & Butthead que de cualquier anime, pero efectivamente, la película es 100% nipona.

Escrita, dirigida y animada usando rotoscopia por Kenji Iwaisawa a partir del manga que Hiroyuki Ohashi publicó en 2005, y financiada mediante un kickstarter, “On-Gaku: Our Sound” es la aventura musical de un temido trío de jóvenes de instituto cuando abandonan las peleas entre bandas de instituto para ser una banda de rock. Eso sí, sin tener instrumentos, ni conocimientos musicales, ni menos aún habilidades musicales. A partir de ahí, una de las road movies más costumbristamente surrealistas aparecerá ante nuestros ojos, y en 70 minutos que dura, veremos como su nula capacidad musical es transformada en una irrefrenada pasión musical que les hace auténticos. Una oda a esa juventud que necesita imperantemente tener una voz y ser escuchada cuando no encuentra su lugar en el mundo. Brutal.

Como brutal fue la proyección del cortometraje “Formal Warriors Suit Rangers”, una parodia desternillante del género sentai con unos Power Rangers realmente costumbristas: cuando se transforman se convierten en ¡empleados esenciales de la sociedad! Agentes inmobiliarios, abogados… la vuelta de tuerca en clara clave de comedia de Sinichiro Ueda (quien ya sorprendió con “One Cut of the Dead”) es simplemente sublime en sus 10 minutos.

Tokyo Dragon Chef

Cuando uno está ante un film de Yoshihiro Nishimura, hay que reconocer que no sabe qué esperar de ella. Autor, director y artesano de los efectos especiales tradicionales, a menudo se le considera “el Tom Savini japonés”, lo cual no es poca cosa, pero sus guiones son disparatados y sorpresivos hasta decir basta. Prueba son algunos de sus films más famosos, “Tokyo Gore Police”, “Vampire Girl vs Frankenstein Girl”, “Helldriver”, “Robogeisha”. Pero aquí, misteriosamente, Nishimura abandona el +18 para ofrecer “Tokyo Dragon Chef”, una comedia del absurdo que mezcla acción yakuza, un sentido del humor pasadísimo de vueltas e incluso números musicales tan alucinantes como el de la canción “El Ramen salvará el mundo”. A partir de ahí, cuesta abajo y sin frenos, y todo aderezado por la presentación a cargo del propio Nishimura, que lanzó chuches al público asistente mientras Marc Bernabé ejercía de traductor aparte de miembro del jurado oficial.

El film es una locura; empieza con unos yakuza que quieren reinventarse y montan un restaurante de ramen, pero pronto empezarán los problemas cuando otros yakuza de una tríada rival tengan la misma idea, y monten otro restaurante justo delante. Si a eso le añadimos influencers delirantes, números musicales entre lo simpático y lo ridículo, interpretaciones infames, y un villano en la sombra que odia a los yakuzas… si “Tokyo Dragon Chef” no durase tanto (95 minutos) y se hubiese quedado en los 70 como “On Gaku”, estaríamos hablando de una notable comedia absurda japonesa. Pero se hace algo larga y pierde su potencial por el camino.

Beasts Clawing At Straws (Nido de Víboras)

Y después de comer in extremis, pues la improvisada sesión de “Tokyo Dragon Chef” apenas dejó tiempo para el parón del mediodía, llegábamos a uno de los platos fuertes, ya no del día, sino del festival, junto a “It’s a Summer Film!” y “Shock Wave 2”; un thriller coral surcoreano llamado “Beasts Clawing at Straws”, llamada “Nido de Víboras” en la ya asegurada distribución española del film. Tiene esos personajes tan del aura Tarantino, y ese montaje no lineal tan de Guy Ritchie, pero con la suficiente personalidad del patetismo de los losers coreanos y el neonoir tan bien fundido con la comedia negra en el cine asiático reciente para hacer de una huída hacia adelante de un sinfín de personajes por la posesión de una bolsa Louis Vuitton lleno de dinero. Excelente rompecabezas muy bien tramado, pausado y con pocos momentos de acción en pos de tensión y épica contenida, con un montaje no lineal al más puro Ritchie y con un final poético a más no poder, “Nido de Víboras” se convierte en una de las películas estrella de este festival, sin discusión.

Butterflies

Si había una película que prometía ser especial en estas Nits 2021, sin duda era “Butterflies” tanto por su arriesgada propuesta como por la hermandad Catalunya-Taiwan que suponía dicho proyecto. Mediometraje de 45 minutos hecho en Taiwan y escrito y dirigido por Albert Ventura, cineasta catalán afincado en Taipei, tenía su estreno mundial en Vic y tenía que contar con la presencia del director, pero por desgracia el protocolo internacional Covid lo impidió. “Butterflies” tiene como claro objetivo hacer temblar los cimientos de la represión China hacia Taiwan pero también Hong Kong, usando para ello una distopía scifi y un hermoso romance lésbico, todo ello adornado con un ritmo y una fotografía de aspiraciones claramente wongkarwayanos. Y lo consigue de forma notable.

Quizá el único punto negativo que se le podría achacar al film es la —aparente— frialdad que destila un metraje que se sostiene sobre el amor de las dos protagonistas, a la que no ayuda en nada una anodina banda sonora más obsesionada en ser sonoramente claustrofóbica que en completar emocional o narrativamente lo que no alcanzan las imágenes por sí solas. Pero es un lastre aceptable al tratarse de un mediometraje sin el tiempo para desarrollar unos personajes que se definen más a través del propio entorno, un futuro donde Taiwan es ocupada por un imperio opresor y donde los considerados rebeldes intentan exiliarse por todos los medios posibles. De haber sido una película de 90 minutos, se le estaría achacando poco recorrido narrativo, con lo que el equilibrio de lore y narrativa es el idóneo al quedarse en los 45. Y salimos tan a gusto del visionado, que colaboramos encantados en la propuesta de apoyo a la película fotografiándonos haciendo el símbolo de la mariposa, como el propio equipo del film pedía a través de las redes sociales.

Dicha sesión incluía un cortometraje, “Target”, que en cierto modo guardaba cierto paralelismo estético aunque no fuera distópico futurista, pues la Malasia de hoy en día parece salida del universo de “Blade Runner”. La misma sensación de melancolía, de vacío y de estar perdidos como sociedad también imperaba en este corto sobre una chica que trabajaba siguiendo gente y controlando dónde iba y a quién veía, hasta que se da cuenta que hay gente que por su bien no debería ser encontrada.

Secret Zoo

La cena al aire libre en la Bassa dels Hermanos culminaría con “Secret Zoo”, pero antes de eso hubo un plato bastante fuerte dentro del festival: porque luego de la cena coreana y la exhibición de Tae Kwon Do, llegó el momento de disfrutar de una sesión casi discotequera de K-Pop…. ¡con grupo de baile kpoper incluido! El grupo Ssenunnies nos deleitó con su pasión por este baile tan físico y espectacular que culminó con la famosísima Gangnam Style.

Con la última sesión del día, la comedia coreana “Secret Zoo”, tengo que reconocer que iba a verla pero con cierto temor. Y es que una película sobre gente que se disfraza de animales para simular que son animales de un zoo, puede llevar muy fácilmente a un humor torpe y a una comedia más de vergüenza ajena que de humor en sí mismo. Pero qué contento estoy con que el inteligente guión me dejara en evidencia. No sólo el humor es contenido y de situación y huyendo de la broma fácil, sino que además la trama de esta “Secret Zoo” es mucho más profundo y crítico con las grandes corporaciones y grandes fondos de inversión de lo que uno se espera; y además en ella subyace un hermoso mensaje ecológico y ecologista con el que es imposible no empatizar. Y te ríes. De verdad, te ríes. Mucho.

La banda sonora es a menudo más épica y melodramática de lo necesario, pero al ser marca de la casa de la filmografía coreana tampoco vamos a ponernos estrictos en este tema. Incluso casi es de agradecer que eso pase, porque es la prueba de que incluso cuando el guión parece que se le va de las manos hacia derroteros demasiado exagerados, la película sabe mantener los pies en el suelo. Y es un enorme acierto en comedia. Sin duda, una gran doble sesión de cinematografía coreana la de este cuarto día en las Nits de Cinema Oriental de Vic.

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