PELÍCULAS COMENTADAS | film | BSO |
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Nezha Conquers the Dragon King Beautiful Escape Wild Grass Endgame Tiger Robbers | ✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩ ✭✭✭✭✩✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩ ✭✭✭✭✭✩✩✩✩✩ | ✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩ N/A N/A ✭✭✭✭✭✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✩✩✩✩✩ |
Suerte tenemos los cinéfilos amantes del cine asiático que la COVID-19 no ha podido con el mejor festival del país en este ámbito, las Nits Orientals de Cinema de Vic. Y es que ninguno de los dos años en los que la pandemia ha estado vigente durante su celebración, el festival se ha detenido. Pero si la edición de 2020 fue convulsa por la reducción de días y por las estrictas normas sanitarias a seguir por organización y voluntarios, ambos excelentes junto a un público entregado a la causa, este 2021 nos deparaba aún varias sorpresas, la más llamativa sobretodo el cambio de emplazamiento del festival. Y es que del ya tradicional Cinema Vigatà, actual y terminantemente clausurado, ha sido el Centre D’Arts Escnèniques de L’Atlàntida, también en Vic, la encargada de acoger a los ávidos de cine oriental durante los de nuevo 6 días que duró el certamen.
No es un cine sino un centro de eventos y un auditorio, y por lo tanto se pierde ese ambiente cinéfilo con las típicas butacas, pero sin duda L’Atlàntida da un nuevo y mejorado aire al festival, más solemne y con espacios mejor bien aprovechados como vestíbulo, zona de merchandising —con el incombustible Ramon—, y un bar restaurante propio donde se comía muy bien…. siempre que no tuvieras mucha prisa. Y el aire acondicionado, en la semana con las temperaturas más altas e insoportables de todo el verano, funcionó a las mil maravillas.
Nezha Conquers the Dragon King (1979)
A nivel personal, una de las proyecciones más esperadas de estas Nits 2021 fue la primera de todas, a las 10 de la mañana del martes 20 de julio, la franja habitualmente reservada al cine infantil. Pero es que poder ver “El pequeño Naya contra los dragones reales” en pantalla grande no tiene precio, sabiendo la escasa (¡pero existente!) distribución que tuvo esta película. Y es que con ese nombre se proyectó “Nezha Conquers the Dragon King” en TVE a principios de los 80, antes de que yo naciera, y con ese nombre la descubrí gracias a mi pareja, que sí que la había visto de pequeña y la buscó para que la viéramos, sabiendo de mi amor por el cine asiático.
Siendo uno de los primeros largometrajes chinos que se hicieron tras la Revolución Cultural, y adaptando la historia del folklore chino de Nezha, el dios guerrero que se enfrentó al gran rey dragón del mar oriental, el film ya suscita automáticamente interés. Pero la cruda narración a pesar de ser un film eminentemente infantil —el Rey Dragón envía a sus dragones secuaces a secuestrar niños para comérselos, y el tercer acto empieza tras una escena terrible protagonizada por el niño Nezha—, junto con un gusto exquisito para la animación, cercana a los cuadros tradicionales, y una banda sonora a cargo de Wan Pin Chu que nos regala fragmentos más propios de la ópera china que de la música cinematográfica, convierten a los 60 minutos de “Nezha Conquers the Dragon King” en una obra imprescindible e hipnótica que combina historia, mitología, folklore, leyendas y fantasías de forma excelente.
Beautiful Escape (2020)
Llegamos a la que otros años había sido la sección retrospectiva, con otra de las sorpresas de la edición 2021: la reconversión a una nueva sección llamada Akihabara —la conocida zona comercial de Tokyo donde se concentra el mayor volumen de frikismo posible—, donde se proyectarían películas niponas que podríamos categorizar de “curiosas” junto a un compendio de spots publicitarios imposibles pero reales, videoclips que rozan el absurdo y demás material pop que hizo las delicias de la prensa más fanática (entre la que me incluyo). Sin embargo, el comienzo de Akihabara fue con un ligero traspiés, pues aunque “Beautiful Escape” es una road movie con una premisa genial como es la amistad —por llamarlo de alguna manera— que surge entre un chico de instituto al que hacen bullying y una compañera de clase con demasiada afición a asesinar gente para relajarse. Es una lástima que el cóctel de slasher y comedia negra que pretende ser acabe siendo víctima de un ritmo demasiado contemplativo y sin un rumbo claro ni en desarrollo de la historia ni en el tono. Y que no se incluya una mínima banda sonora —a excepción de música diegética— no ayuda en lo más mínimo.
Wild Grass (2021)
La primera sesión de tarde empezó con un cortometraje en CGI llamado “The Song of Yue”, un muy buen cortometraje homenaje a Madam Yin Guifang, conocida por ser la primera mujer en ser cantante de ópera china, un mundo donde los papeles de mujer también estaban reservados a los hombres, como sucedía en el teatro griego antiguo.
Y llegamos a “Wild Grass”, opera prima de Xu Zhanxiong que proyecta un guión de vidas cruzadas de tono costumbrista donde se reflexiona sobre el dejar la vida en el pueblo e intentar ganarse la vida en la gran ciudad en los ya lejanos años 90. Créditos finales aparte, donde el propio equipo del film cuenta a modo de corto documental sus experiencias en esa tesitura, la película tiene en su gran baza su principal inconveniente: su ambiciosa estructura no lineal ni en tiempo ni en espacio, con espacios narrativos demasiado largos y con más obsesión en que los personajes se crucen que en que tengan algo realmente importante que contar, el resultado final es muy frío y desigual. Una lástima, porque técnicamente es impecable, y logra una gran atmósfera sin necesidad de más música que la diegética, sobretodo en el personaje de la bailarina y la joven adicta al walkman.
Endgame (2021)
Llegamos al primero de los dos films de estas Nits 2021 protagonizados por el eterno Andy Lau, y con ello llegamos también a la mala noticia de esta edición del festival: Andy Lau era el receptor del gran premio honorífico a su carrera, y tenía que estar en Vic, lo que habría sido poco menos que brutal. Pero el confinamiento estatal del sudeste asiático por la COVID-19 imposibilitó la visita de Lau a tierras catalanas, y lamentablemente tener las posibilidades de hablar y fotografiarnos con él desaparecen casi por completo…
Como ya hizo Corea del Sur en su momento con “Luck.Key” (2015), “Endgame” (2020) es el remake hongkonés de la cinta japonesa “Key of Life” (2012), con Lau siendo la víctima accidental de la suplantación de identidad por parte de un actor de tres al cuarto que ve ahí una oportunidad llena de riqueza y lujos. La amnesia del personaje de Lau, junto con la “nueva vida” del actor que le sobrepasará enormemente viéndose en la piel de un eficiente asesino, conformarán un dúo narrativo muy bien orientado a la comedia, donde incluso hay guiños metahumorísticos hacia el propio Andy Lau. No sera una película excelente pero da lo que promete, y con un buen ritmo y unas secuencias muy bien rodadas, con Lau y Xiao Yang —a quien vimos en la excelentísima “Sheep Without a Shepherd“ en las pasadas Nits— como gran dúo cómico. La BSO de Deng Ouge sigue la estela de una narrativa superficial y típica del género en Hong Kong, cumpliendo su función sin alardes y sin destacar en ningún momento.
Tiger Robbers (2021)
Tras un día de estreno en las butacas de L’Atlántida —que no son incómodas, pero sin duda no están tampoco pensadas para estarse en ellas todo el día—, era el momento de la travesía hasta la Bassa dels Hermanos, cuyo enclave sigue siendo el pilar comunitario del festival cada día del certamen con sus cenas temáticas por país —ese día tocaba China—, espectáculos y película al aire libre del país homenajeado. Por desgracia la distancia desde L’Atlántida es mayor que desde el Vigatà, con lo que los que estuvimos en “Endgame” nos perdimos la tradicional ceremonia del dragón.

Eso sí, para cenar cómodamente y ver “Tiger Robbers” no hubo problema alguno. Antes pudimos ver el cortometraje “Jiangjun Guan“. El nuevo trabajo de Li Jingxiang, quien presentó en Vic “Spring Sparrow” en 2018, y que además formaba parte del jurado oficial de esta edición 2021, no abandona el costumbrismo para poner el foco en la artesanía familiar de cerámica tradicional y el peligro de desaparecer ante las nuevas generaciones.
Lamentablemente, “Tiger Robbers” fue un quiero-y-no-puedo. Empieza muy bien, definiéndose como una fábula urbana y con una premisa interesante como la pérdida de un tigre y un equipo de “detectives” algo absurdos, que junto a la fotografía fantasiosa y esa saturación de color nos ponía muy en la órbita del Wes Anderson de “Hotel Budapest” o “Moonrise Kingdom”. Además, el rescate/robo del tigre es muy “Ocean’s Eleven”, pero a partir de ahí, la película no sabe qué hacer más consigo misma. Y aunque junto con la primera media hora, el tercer acto es una maravillosa parábola en forma de cuento, los múltiples robos del tigre así como un excesivo melodrama en forma de flashbacks y una pseudohistoria de amor metida con calzador, hace que los 105 minutos de “Tiger Robbers” se alarguen demasiado. Una lástima que además, la música de Nicolas Errèra esté más dedicada a enfatizar la propia escena donde está puesta que a crear una coherencia en un mundo tan particular como el de la película, donde además se cambia de registro y género cada cuarto de hora.