PELÍCULA | BANDA SONORA |
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✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩ Christopher Nolan | ✭✭✭✭✩✩✩✩✩✩ Ludwig Göransson |
Es la película más esperada del año, sin duda alguna. No porque sea el blockbuster con más expectativas de este 2020 (que quizá también), sino porque es la única superproducción de Hollywood que ha llegado a las salas del cine del mundo con la pandemia de la Covid-19 aún descontrolada. En este sentido, agradecer infinitamente la valentía de Christopher Nolan y Warner por apostar en su estreno. Sin embargo, y aunque Tenet cumple brillantemente su cometido, como “película de Nolan” se queda demasiado corta, con lo que nos tiene acostumbrados. Sí, están todos sus defectos (y encima sobreexpuestos y sobreexplotados), pero los puntos fuertes sobre las que sus narrativas se sostenían, trastabillan demasiado. Y la música no sirve a ningún propósito más que martillear nuestros sentidos, cuando podría haber sido una experiencia narrativa abrumadora.
1. LA PELÍCULA
Nolan y su obsesión con la percepción del Tiempo (en mayúsculas) ha llegado a cotas mastodónticas en Tenet (2020) a lo que nivel de acción frenética se refiere, pero su brillante concepto de cómo la entropía afecta a su linealidad (ya visto, por ejemplo, en la novela scifi Hyperion (1989), de Dan Simmons) queda diluido entre tanta acción. Y es curioso porque Nolan es siempre muy sólido en ese sentido; pedirle profundidad a sus personajes es como pedirle al agua que no moje, pero su sentido narrativo del espectáculo con ese plus cientifico-fantástico suele ser siempre digno de aplaudir. Sin embargo, Tenet también flaquea en ese sentido, y es una lástima. Sí, como película de acción es incontestable, y te mantiene enganchado al sillón durante los 150 minutos que dura; pero sus giros de guión son demasiado predecibles, y su intrincada tesis sobre el control del Tiempo es tan accesoria y libre, que, si bien su uso es clave para el desarrollo de una trama-espejo perfectamente encajada, la propia tesis deja de ser interesante para la culminación de la propia película con lo que acaba importando más bien poco; cosa que no sucedía ni en Inception (2010) ni mucho menos en Interstellar (2014).
Lo mejor es usar una frase de la propia película. “No intentes entenderlo; siéntelo”. Porque si el clásico bigger-than-life queda cojo, cuando es la habitual gran baza de Nolan, qué decir de la carga emocional de Tenet, que encima vierte todo su peso en un personaje (terriblemente) secundario y no en el protagonista del film. El resultado global es un gran espectáculo de fuegos artificiales excelentemente rodado, con unos efectos visuales impresionantes, pero demasiado vacío y carente de interés incluso para los propios personajes, que si uno se detiene a pensar detenidamente, se mueven sin ninguna razón aparente. Incluso un actorazo como Kenneth Branagh no tiene ni idea de por qué su personaje dice lo que dice. Y ése, y no otro, es el gran fallo de Tenet, cuyo guión está demasiado ensimismado en cómo el tiempo es usado en la película para pararse a pensar en si el propio hilo conductor de la historia se sostiene. En una paradoja que parece casi una sátira en sí misma, es curioso cómo un film como Déja vú (2006), del ya fallecido Tony Scott y con Denzel Washington como protagonista (y padre del protagonista de Tenet, John David Washington), la película logra un film policíaco y de acción con juegos temporales sin tanta espectacularidad, pero totalmente coherente con su propio concepto, donde el juego temporal es literalmente clave para cerrar y cuadrar magistralmente toda la historia.
Valoración: ✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩
Director: CHRISTOPHER NOLAN
Guionista: CHRISTOPHER NOLAN
Producción: 2020; USA
Tono Guión Montaje Actores Sonido BSO Foto Visuales | ✭✭✭✭✭✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩ ✭✭✭✭✩✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩ ✭✭✭✭✩✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✭✩ |
2. LA MÚSICA
Dicho llanamente, la música que Ludwig Göransson ha ideado para este gran espectáculo que es Tenet es poco más que un despropósito. De senda sonora continuista del habitual en Nolan Hans Zimmer (incluyendo guiño a su “Why So Serious” de The Dark Knight (2008) en el asalto inicial a la Ópera de Kiev), es de una estructura sonora muy sólida, mayoritariamente electrónica y jugando sabiamente con las arritmias y los sintetizadores capados, siendo muy protagonista, a volúmenes incluso superiores a efectos de sonido y diálogos… pero es totalmente carente, ya no de melodías (que también), sino de sentido narrativo alguno. Y aunque a Zimmer eso le funcionó en Dunkirk (2017) a modo de música destruida como analogía de esperanzas perdidas en un mundo bélico (en claro contraste con el creciente melodismo de su tramo final usando a Elgar), a Göransson se le queda corto. Muy corto. Hay detalles, como la música usada a modo de palíndromo sonoro en la escena de la doble persecución por la autopista, pero sabe a poco en una película de 150 minutos con tantísima música, y con tanta presencia; ni tan siquiera pretende usar sonidos o ritmos a modo identitario o emocional, aunque con la primera aparición del personaje de Neil pudiera parecerlo. Por comparación directa, sí lo hizo Harry Gregson-Williams en la ya citada Deja Vu —que junto a los 3 motivos musicales que desarrolló devino una sólida textura narrativa sinfonico-electrónica que, aunque demasiado típica del sello Gregson-Williams, le dio mucha más entidad a la película de la que Göransson ha infundido en Tenet.
Los que hayáis jugado al videojuego Remember Me (2013) sabréis lo que podría haber sido Tenet de coger la inteligente senda melodico-truncada de Olivier Derivière… pero lo que podría haber sido una obra descomunal acaba por ser una rave elaboradísima que acompaña las imágenes y poco más.
Valoración: ✭✭✭✭✩✩✩✩✩✩
Compositor: LUDWIG GÖRANSSON
Estilo: ELECTRÓNICA
Ambientación Dramatización Narrativa Escucha CD Composición Duración | ✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩ ✭✭✭✩✩✩✩✩✩✩ ✭✭✩✩✩✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✩✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩ |