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El pianista, teclista y compositor Tuomas Holopainen, alma mater de Nightwish, lleva años flirteando (con bastante éxito) en el mundo sinfónico y del folk, y cada nuevo álbum de la banda finesa de symphonic metal desde Dark Passion Play (2007), hace ya 13 años, incorpora mucho más sinfonismo y música celta, con el gaitero y multiinstrumentista irlandés Troy Donockley pasando de ser músico invitado a miembro fijo de la banda desde su hasta ahora último álbum Endless Forms Most Beautiful (2015). Han pasado cinco años y por fin ya tenemos entre manos Human Nature (2020), editado como doble CD y estilizado como Hvman. :||: Natvre., la nueva creación de Holopainen (porque Nightwish es claramente unos espléndidos músicos al servicio de lo que la mente del teclista quiera y decida). Y quizá es que este Human Nature no termina de arrancar como debería, o como uno esperaría que debería; pero los 50 minutos del primer CD, en el que Nightwish como banda está presente, saben bastante a poco, y los 31 minutos totalmente sinfónicos del segundo CD no terminan de convivir bien entre sí, con un buen final pero unos 15 minutos iniciales bellos mas sin energía, y con orquestaciones muy básicas (demasiado apoyo en las cuerdas, escaso en los metales e inexistente en los vientos, cuando Holopainen suele manejar el espectro sinfónico la mar de bien). De hecho todo este Human Nature adolece de lo mismo: no es mal disco, pero las grandes ideas están mal rubricadas, incluso las sinfónicas. Y eso, con 5 años de espera, es algo que pesa, y mucho.
El CD abre con la longeva “Music”, con una intro sinfónica, tribal y folk que culmina en línea melódica de Floor Jansen realmente compleja que evoluciona hacia el sonido tan nightwishiano que nació en Century Child (2002); un buen tema, pero con tal carta de presentación lo tenía todo para ser grandioso y misteriosamente se queda a medio gas. Tenemos, eso sí, temazos como “Shoemaker” o “Pan”, capaces de aunar lo mejor del metal y la música sinfónica y operística (con Floor Jansen en especial estado de gracia en el tramo final de “Shoemaker”), así como la tremenda “Tribal”; y grandes propuestas alejadas del metal como “Procession” y el single folk “Harvest”, con Troy Donockley como vocalista (y ese sensacional solo a guitarra y gaita entre Emppu y Troy), ayudan a que el disco tenga mucha variedad. Pero ese medio gas que le ocurre a la inaugural “Music” le ocurre a la otra mitad del disco; como el single “Noise”, que abusa del tema de Game of Thrones hasta el hartazgo, y donde el fenomenal interludio no lo salva de la quema pues es tan parecido al de “Pan” que “Noise” puede obviarse del tracklist. Y “How’s the Heart?”, con un gran toque celta pero demasiada alma de single popero; pero el gran fallo es “Endlessness”, último track del primer CD y único track con la poderosa voz del bajista Marco Hietala, pero cuya simbiosis sinfonicometalera es tan típica y tan pretenciosamente épica que termina siendo plana y aburrida, como ocurría en “Meadows of Heaven” o “Rest Calm”. Una pena porque el CD, de 50 minutos, termina así, y encima sin habernos encontrado ningún track realmente largo, progresivo y bombástico, siendo la inaugural “Music” el más claro ejemplo con sus 7 minutos y medio, pero como hemos dicho, se queda a medio camino. Y eso, para el nuevo batería Kai Hahto, es quizá algo frustrante, siendo capaz de lo que hace en su otra banda, Wintersun.

Uno podría pensar que el segundo CD, llamado “All the Works of Nature Which Adorn the World” y que consiste en una única composición de 31 minutos separada en 8 movimientos, sería la gran esperanza del doble álbum, con la Pale Blue Orchestra y las Metro Voices como gran apoyo de una banda como Nightwish. No en vano, los 24 minutazos de “The Greatest Show on Earth” eran el gran opus finale de Endless Forms Most Beautiful (aun con esa manía de los soliloquios recitados de Tuomas); pero no. Quizá debería haberse incluido como “bonus cd”, o mejor, como obra independiente de Tuomas Holopainen, porque este “All the Works of Nature Which Adorn the World” tiene más en común con su obra sinfónica The Life and Times of Scrooge (2014) o incluso más relación con Auri (el proyecto new age con su esposa Johanna Kurkela y Troy Donockley del que ya hablamos) que con Nightwish, porque el metal y el rock no están por ningún lado. Son 31 minutos de puro sinfonismo orquestal pero, para nuestra sorpresa, con más “contemplatismo” melancólico que búsqueda de la integridad musical sinfónica total, algo que había estado siempre presente desde “Ghost Love Score”, “The Poet and the Pendulum”, “Scaretale”, “Song of Myself”, o la citada “The Greatest Show on Earth”. Aquí el ya tradicional cello y un coro más rockero que operístico abren y protagonizan “Vista” y “The Blue”, los dos primeros movimientos, para dejar paso al propio Tuomas Holopainen al piano en “The Green” y a Troy Donockley a las gaitas en “Moors”, con los dos leitmotifs principales entremezclándose, pero todo ello con una evolución sonora mínima a nivel de arreglo sinfónico hasta que, por fin, pasados 17 minutos, llegamos al cambio: unos agradecidos flirteos con el Inception de Hans Zimmer en “Aurorae”. Eso sí, flirteos que que saben a poco, pues “Quiet as the Show” vuelve a bajar las revoluciones antes de la subida final con el gran y acertado arreglo de la canción más antigua jamás encontrada, el “Hurrian Hymn to Nikkal”, aquí bellamente conjuntando con el omnipresente tema musical de la suite (aunque éste sea demasiado parecido al main theme de Stargate de David Arnold (1994)), hasta que llegamos al, ahora sí, grand finale, “Ad Astra”, donde la voz de Floor Jansen suena genial mientras el crescendo sinfonicotribal asciende a los niveles épicos que esperábamos encontrar bastante más a lo largo de la obra.

El mimo con el que se ha tratado el producto es excelente, como de costumbre, incluyendo mucho misticismo incluso en la portada, incluyendo lenguaje cuneiforme. Y que sean dos discos apunta al guiño del nombre del álbum: el primer CD sería Human (con temas dedicados a la música, al geólogo Eugene Shoemaker, o la poca sutileza hacia el mal uso de la tecnología en Noise), y el segundo, obviamente, Nature. Pero musicalmente, aun con este solemne concepto y con todos los recursos de los que goza siempre Nightwish, sabe realmente a poco. Para ser más de media hora de temática sinfónica de uno de los compositores más sinfónicos de la escena metalera mundial, esperábamos más de esta “All the Works…”; Legacy of the Dark Lands, el álbum orquestal de Blind Guardian, es también irregular, pero superior en casi todos los aspectos a la obra de Holopainen. Y para ser uno de los compositores más capaces dentro de aunar los espectros metalero y sinfónico, también esperábamos más, mucho más, de este Human Nature de Nightwish. Quizá es esto el verdadero reflejo de la naturaleza humana: el aparentar mucho y resultar menos de lo esperado…
Valoración: ✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩
Álbum: HVMAN :||: NATVRE
Banda/Año: NIGHTWISH (2020)
Estilo: SYMPHONIC FOLK METAL
Composición Producción Interpretación Interpelación Duración Ordenación Canción Top CD1: Canción Top CD2: | ✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✭✩ ✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✩✩✩✩ ✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩ Pan Ad Astra |