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Hace un año que los vi en el escenario y pude comprobar su arrollador directo, con un gran carisma sobretodo de su frontwoman, Kris Vega. Y también reseñé su gran opera prima, Drizzle of Cosmos (2017), que aunque lastraba algún problema de producción era un muy buen disco, muy metalero, muy power y muy progresivo. Bien, pues el próximo mes de marzo sale a la venta el segundo álbum de los barceloneses Born In Exile (que también estrenan logo) titulado de forma nada gratuita Transcendence (2020), y podemos asegurar, después de haberlo degustado, que no sólo han mejorado y madurado su sonido: lo han evolucionado sin perder su esencia. Los también catalanes Drakum también lo han hecho recientemente y con muy buenos resultados, pero es una esporádica y hermanada coincidencia: pocas bandas se atreven a hacerlo, y con resultados tan notables. Siguen habiendo temas directos y poderosos como “Torch” y “Ziggurat”, dos de sus tres singles, pero es en su tercer single, “Save Us”, donde vemos un desarrollo más solemne, más oscuro y no tan extremo, que lejos de restarles personalidad le añade color a una banda capaz de crear múltiples capas sonoras con la ahora más polivalente voz de Kris vega, las guitarras de Carlos Castillo y la nueva incorporación, Joaco Luis, mientras Lucas Comuñas y Juanma Ávila siguen demostrando un excelente y versátil aplomo rítmico, destacando el bajo del interludio lírico de la citada “Torch” o las baquetas de Ávila en temazos como la citada “Save Us”, la tremenda “Herd of Deception” o “One More Line”, la sorpresiva balada que parte sabiamente el CD en dos mitades. No hay tracks largos y complejos como “Between” o “No End”, pero tampoco su anterior CD tenía oscuros viajes como el de “The Lighthouse of the Haunted Keeper”. Este Transcendence tiene más fuerza y garra que su opera prima, y si bien es más corto en tracks y en duración, su empaque global es impecable en sus 9 temas y casi 50 minutos.
El disco empieza con una intro totalmente progresiva y de compás imposible, “Heretic Antiphon”, de toques claramente arábigos herederos de su anterior disco, con una base melódica que servirá para el brutal estribillo y el interludio del primer tema, “Enchantress”, un tema directo y que sitúa al oyente en la atmósfera tan personal de Born In Exile con esos flirteos a Myrath y Symphony X que tan bien saben mezclar, ahora con añadidos toques con Epica (aficionados también a las harmonías árabes). Y sin dejar la atmósfera arábiga, con “Living Inside Me” ya dejan salir la nueva vertiente musical de la banda, más controlada (que no calmada), con Kris Vega entonando unos graves y un tono lírico que en comparación a la desgarradora voz del tema anterior, demuestran que Born In Exile son más cautos, más inteligentes y dosifican más sus puntos fuertes.
Y de aquí llegamos a mi parte preferida del redondo, el dueto compuesto por la progresiva “Herd of Deception” y la balada “One More Line”. El único defecto que podríamos decir que tiene “Herd of Deception” es que no aprovecha más esta intro inicial digna de Danny Elfman, pues la dosificada tesitura de Kris Vega al servicio de un riff y un estribillo dignos de los mejores Dream Theater (ese plato de Juanma Ávila junto al doble bombo…), que desemboca al delicado piano y orquestación de cuerdas de “One More Line”, una balada con un delicado ritmo pseudomilitar que queda como un guante a una suave y emotiva melodía que baja las revoluciones (que no el poder) de este Transcendence, que llega al ecuador.
La segunda mitad es la que consta de los tres singles ya presentados, empezando por “Ziggurat”, tema muy power y que ya presentaron en directo, con un sonido a medio camino entre la apertura de “Enchantress” y “Torch”, su primer single y el brutal tema que cerrará el CD de forma inmejorable. Así, desde guturales a agudos desgarrados, los seis minutos de “Ziggurat” son un non-stop vertiginoso de doble bombo y enormes líneas melódicas a las guitarras, trayendo de vuelta el lado más metalero y arábigo de la banda para luego girarlo hacia uno de los mejores temas del disco, el single “Save Us” y su brutal línea rítmica a caballo entre el 3/4 y el 6/8 muy Dream Theater, pero con una voz más cercana a las de Simone Simmons de Epica.
Aproximación a los Epica que seguiría en “The Lighthouse of the Haunted Keeper”. Y es que la canción con el título y la duración más largas del CD es un recorrido oscuro que sigue sendas muy sinfonicoprogresivas parecidas a las holandeses y que sin embargo a la mitad deviene una balada power, dejando algo coja a una canción que apuntaba a ser la mejor de un disco que dejaba a una de sus perlas para el final: “Torch”, con un brutal línea de riffs a doble bombo que se permite un interludio lírico con el bajo de Lucas Comuñas a la manera de John Myung, y que que desemboca en uno de los mejores estribillos de este Transcendence junto con el de “Enchantress” y el de “Save Us”. Un final por todo lo alto de un disco con el que Born In Exile se alzan (si no lo habían hecho ya) como una de las bandas más interesantes del metal progresivo, y no sólo a nivel nacional.
TRANSCENDENCE
Progressive Metal
(Born In Exile, España, 2019)Composición
Producción
Interpretación
Interpelación
Duración
Ordenación
Packaging
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CANCIÓN TOP✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩
Herd of Deception