#EnUnTwit: ✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩
Gran retorno de los Flying Colors, el supergrupo formado por Neal Morse y Mike Portnoy (The Neal Morse Band, quienes sacaron The Great Adventure recientemente, gira con concierto en Barcelona incluida) junto a Steve Morse y Dave LaRue (Dixie Dregs) y la aterciopelada voz de Casey McPherson (The Sea Within), consagrado ya como el mejor vocalista posible para el sonido de esta banda. Es complicado continuar un trayecto como grupo cuando tu anterior disco es tan redondo como Second Nature (2014), pero este Third Degree (2019) logra tener suficiente personalidad, calidad y calidez como para definir a los Flying Colors como una firme confirmación de esta banda que ha llegado para quedarse. Con un sonido muy abierto, alegre, emotivo, rockero e incluso jazzístico por momentos, se nota en cada nota cómo estos cinco músicos se entienden a la perfección tanto a la hora de tocar como de interpretar y de transmitir. Porque si algo define a los Flying Colors es que son su esencia melódica. Y no sólo en cuanto a la línea vocal, con esas preciosas letras escritas por Neal Morse y Casey McPherson. Y sin dejar de ser progresivos. Ni rockeros.
#EnProfundidad
Ha tardado 5 años en llegar, frente a los 2 de lapso entre el disco homónimo y autoproducido Flying Colors (2012), que funcionó como experimento de sus integrantes y sentaba las bases musicales de la banda, y ese asombroso Second Nature (2014) que funcionaba como un todo, sin un solo tema malo, donde incluso se habían atrevido con ritmos celtas y la música gospel. En Third Degree quizá no hay tanta innovación pero sí hay un afianzamiento en el sonido puro de la banda y una fluidez musical y una comodidad entre sus integrantes que se hace patente desde el primer tema al último, sea éste de tintes heavies, sea una balada, sea algo de alma jazzística, sea un viaje progresivo. Porque este Third Degree es el disco de Flying Colors más honesto y humano hasta la fecha, también, concebido como un viaje; no literario ni conceptual, sino musical.
La música sigue estando compuesta por los 5 miembros de la banda, y las letras de nuevo son creadas a partir de las mentes de Neal Morse y Casey McPherson. Sin embargo es curioso el orden de las canciones en CD, en parte una de las cosas que menos me han convencido, pero alguna razón tendrá, sin duda. Empieza muy rockero con The Loss Inside, una pieza que, comparada con Blue Ocean o los brutales 12 minutos de Open Up Your Eyes, sorprende por su dureza. No es mal comienzo, pero le sigue el primer single que publicaron, los 7 minutos psicodèlicos de More con ese interludio tan marca de la casa de Portnoy; y aparte de ser mejor tema, su progresión armónica y rítmica es idéntica a la del tema de apertura, con lo que ese inicio de álbum en mi opinión queda monótono y deslucido. Es extraño. Sobretodo porque ninguno de los dos temas marcan el sonido del CD, pues son los temas más duros de este Third Degree, y con diferencia. Cadence de hecho es una bajada de revoluciones tremenda, pero no por ello deja de ser uno de los temas más épicos y mejor conseguidos del CD, melódico hasta decir basta y con unas deliciosas cuerdas acompañando a un versátil Casey McPherson en estado de gracia. Y forma parte del poker mágico que forman las cuatro canciones del ecuador del disco, y mi parte preferida de éste. Guardian podría entenderse como una evolución de Blue Ocean, con un ritmo de esos que tanto gustan a Portnoy y con el primero de los dos grandes solos de bajo de LaRue, a la altura del que ya tenía en Cosmic Symphony. El segundo viene en el temazo que viene a continuación, y el más nealmorsiano del CD: Last Train Home, cuya introducción, evolución y coda se asemejan al viaje en un tren, desde que sale de una estación hasta que lentamente llega a su destino. Con parte central cantada por Neal Morse, que incluso tararea el motivadísimo solo de guitarra acústica que precede al de bajo, sus más de 10 minutos forman la canción más completa del álbum. Y lo mejor está aún por llegar con Geronimo, 5 minutos de puro virtuosismo y mezcla de géneros que son pura magia.
Con Love Letter los Flying Colors se convierten en un híbrido perfecto entre los Beach Boys y The Beatles en la canción más happy del CD. Lástima que la balada anterior, You Are Not Alone, aunque bonita es la nota negativa del álbum, con una excesiva duración por lo típica y poco inspirada que resulta. Pero Love Letter sube los ánimos para el epílogo del álbum, una Crawl que si bien no es tan brutal como Infinite Fire ni Cosmic Symphony, sus 11 minutos pasan en un suspiro y son un gran final para este Third Degree, que en nuestro caso es la Deluxe Edition.
¿Y qué lleva la Deluxe Edition? Pues aparte de un flamante photobook y dos posavasos (¿?), trae un bonus disc con un tema inédito como Waiting for the Sun, 9 minutazos que de estar en el CD principal se disputarían el trono de mejor canción del álbum, y que de hecho podrían haber sido una espléndida apertura de este Third Degree. Aparte, nos encontramos con una delicia de nuevo arreglo de Love Letter en acústico, muy en la línea de los bonus tracks de Second Nature; y nuevos arreglos instrumentales de Geronimo, You Are Not Alone, Last Train Home y Crawl. Y eso es lo que convierte a los Flying Colors en enormes: no hay versiones “karaoke” sino arreglos expresos para ser instrumentales. Incluso sus duraciones son distintas, acortando (e incluso mejorando) You Are Not Alone y Crawl, y convirtiendo Last Train Home en una experiencia sublime en formato acústica y sin batería, casi new age.
No es un álbum perfecto, pero si todos los CDs de Flying Colors tienen esta calidad y estos bonus tracks, estos 5 músicos serán banda de cabecera de un servidor por muchos años.
THIRD DEGREE
Progressive Rock
(Flying Colors, USA, 2019)Composición
Producción
Interpretación
Interpelación
Duración
Ordenación
Packaging
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✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩GLOBAL
CANCIÓN TOP (cd1)
CANCIÓN TOP (cd2)✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩
Last Train Home
Waiting for the Sun