The Chieftains y Carlos Nuñez, juntos en Pedralbes

Y seguimos con la semana celta por antonomasia de este 2019 en Barcelona. Si el sábado 29 de junio presenciábamos un musical celta hecho en Catalunya como Viatge a Irlanda, y el 3 de julio presenciábamos el espectáculo de Irish Celtic Spirit of Ireland, el gran espectáculo de danza irlandesa al estilo Riverdance sobre Leyendas, Tradición e Historia de Irlanda, llegaba el 4 de julio, donde el Festival de Pedralbes acogió el evento de hermandad entre dos grandes referentes de la música celta: los eternos The Chieftains, con casi 60 años de carrera musical liderada por Paddy Moloney, y el que a partir de las 30 años de colaboraciones centre ellos se ha convertido en un icono, Carlos Núñez.

Emotivo y especial concierto de casi 3 horas entre estos dos gigantes de la música celta que se dividió en dos grandes partes: la primera, protagonizada por la banda y discografía de Núñez y que ya disfrutamos medio año atrás, ese mágico 30 de diciembre de 2018 con el Festival del Mil·leni, con su hermano Xurxo, Itsaso Elizagoien, Pantxo Álvarez y John Pilatzke, con colaboraciones estelares de miembros de The Chieftains (entre ellos el mismísimo Paddy Moloney y su uilleann pipe) e incluso de Amy Eckersley, la cantante y violinista inglesa que ya acompañó a Carlos en el Palau de la Música el pasado diciembre, así como la City of Barcelona Pipe Band. Y la segunda, al revés, con The Chieftains al escenario, con la banda de Carlos Núñez colaborando al repasar toda su amplia y versátil discografía, desde la banda sonora de la tv movie Treasure Island (1990) con Charlton Heston y Christian Bale, Santiago (1996), así como sus experiencias conjuntas en Cuba, Brasil o México.

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Y no acabó aquí el espectáculo, pues tanta música celta de primera categoría no podía estar sin sus dosis de danza irlandesa, a cargo de la local escuela Nuala Irish Dancers, y las apariciones estelares de Cara Butler y el hermano de John Pilatzke, Nathan. En total, 3 horas rebosantes de música, danza, tradición y culturas celtas a uno y otro lado del Mar Cantábrico en el que el viaje de vuelta a casa sin transporte público fue más “odiseico” de lo planeado, pero que no empaña la gran noche antológica celta que hubo en los jardines del Palau Reial de Pedralbes de Barcelona, que terminó con un An Dro en el que, esta vez sí, participé y acabé en el escenario. Y voy a repetir siempre que se pueda. Mágico.

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