Rhapsody of Fire y su Eighth Mountain, en Barcelona

Después de su última visita a Barcelona como teloneros de Orden Ogan, parecía que el repunte de Rhapsody of Fire era dudoso, después de la marcha de Fabio LioneAngra. Giacomo Voli hizo un gran trabajo en ese recital, y buenas noticias son cuando se anunció el primero de estudio con él a las voces, The Eighth Mountain, y que ya reseñamos hace algunas semanas, que vendría acompañado de gira siendo cabezas de cartel, teloneados por los alemanes Thornbridge y los gallegos Aquelarre. Y el recital de Barcelona fue el pasado 21 de febrero de 2019 en la Sála Bóveda, que quiso la casualidad que fuera justo el día antes de ponerse a la venta The Eighth Mountain.

Uno podía pensar que Aquelarre abriría el recital, pero afortunadamente fue el cuarteto de symphonic metal Thornbridge, que presentaba su álbum Theatrical Masterpiece (2019), quien lo hizo. Y digo afortunadamente porque, en mi opinión, los conciertos deberían ir de menos a más. No quiero decir que Thornbridge hagan mala música ni dieran un mal concierto (a pesar de que el escenario no les dejaba demasiada movilidad con la batería inamovible de Manu Lotter de RoF): una primera parte más sinfónica y cercana a Rhapsody con “Keeper of the Royal Treasure” o “The Dragon’s Reborn”, junto con una segunda tanda más acorde a Gamma Ray o Blind Guardian con temas como “Demon in your Heart” o “What Will Prevail”, fueron muy bien recibidas por el público. Pero el metal de Thornbridge se antoja demasiado típico y referencial, sin mucha personalidad, a estas alturas en las que estamos. 40 minutos agradables, eso sí, sabiendo que al final de la velada venía Rhapsody of Fire.

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La cosa cambió con los de vigo. Hay muchas bandas con su mismo nombre, pero sólo una que tenga un álbum tan brutal como Suevia (2019); y Aquelarre supo ganarse su sitio como teloneros de una banda con tanta trayectoria en el mundo del power metal, con temas muy contundentes mezclando heavy y power de esencia celta con un gran vocalista como Icko Viqueira que balanceaba voces líricas con tremendos rasgados en líricas de temática épica basada en leyendas de sus tierras. 60 minutos de un gran metal donde numerosos temas de su nuevo álbum fueron presentados, como “Jakobsland”, “Romasanta” o “Aunque Duela Recordar”, sin olvidar temas de discos anteriores como “Sangre y Sudor”, con el que abrieron el concierto, o “Arcilla y mármol”.

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Y llegó el momento: como ya sucedió en la gira de Orden Ogan, las primeras notas de “In Principio” ya exaltaron al público, que se entregó totalmente a la banda con “Distant Sky”, el atronador tema con el que abrían el último disco de estudio con Fabio Lione, Into the Legend (2016). Giacomo Voli demostró ser un gran frontman, tanto por unas cualidades vocales absolutamente impresionantes como cargándose a los hombros todo el peso de la banda, ganándose al público. Y siendo el sucesor de Lione, no es tarea fácil. Justo después de “Distant Sky” ya empezaron por todo lo alto con el material nuevo: “The Legend Goes On” fue un terremoto que hizo temblar la Sala Bóveda, así como los otros dos singles “Rain of Fury” y “Master of Peace”, más típicos pero con la gente disfrutándolos en grande.

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Eso sí, se notó el hecho de que el concierto fuera el día antes de la salida del nuevo álbum: los debuts “The Courage to Forgive”, la medieval “Warrior Heart” y la brutal “March Against the Tyrant” perdieron algo de conexión con el público al no ser para nada conocidas, aunque la banda estuviera en todo momento a un gran nivel, con Giacomo Voli demostrando un fuelle sin límites arrancándose agudos increíbles sin pestañear, y saber al mismo tiempo adaptarse al tono de Fabio Lione, mucho más dramático y menos extremo, y muy presente en el setlist. Porque volvió el viejo Rhapsody, como en “The March of the Swordmaster”, “Holy Thunderforce” o las eternas “Dawn of Victory” y “Emerald Sword”, con el genial añadido de “Dargor, Shadowlord of the Black Mountain” y “Reign of Terror”, único testigo de la última era con Luca Turilli y donde Voli desgarró unos guturales y unos gritos desgarradores de quitarse el sombrero. Y atención al momentazo emocional con únicamente Alex StaropoliGiacomo Voli al escenario interpretando el nuevo tema “The Wind, The Rain, And The Moon” adaptado completamente al castellano, con el nombre “Sin un Adiós”.

The Eighth Mountain tendrá sus más y sus menos, como ya analizamos, pero de lo que no hay ninguna duda es de la calidad del directo de Rhapsody of Fire. Contundentes, épicos, y con un vocalista al que no le tiembla el pulso en el escenario en cuanto a registros se refiere. Bravo Rhapsody of Fire.

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