Creo que la forma más peculiar de pasar el día de las enamorados de 2019 en Barcelona fue la que se vivió dentro de la Sala Bóveda esa tarde, desde bien temprano, las 19:00. Todo un recital de un enorme death metal técnico cubierto por 4 bandas capitaneadas por los alemanes Obscura, y la gira de si nuevo álbum Diluvium.
Empezamos por los canadienses First Fragment, quienes en media hora nos ofrecieron una gran interpretación de temas de su último cd, Dasein, como la brutal Gula y Voracité (Apothéose pt 1), acabando con la apabullante Paradoxal Subjugation y ofreciendo un tema inédito llamado Soil Brufante. Lástima que el sonido estuviera muy mal diseñado para ellos, no pudiendo brillar técnicamente como hubieran podido, como sí sucedió con los siguientes en discordia, y que fueron recibidos por la platea con un enorme entusiasmo a raíz de ser teloneros de Ne Obliviscaris hacía menos de un año, con sus tablas en el escenario y los increíbles guturales de Riley McShane. Arrancando con la brutalísima All Hail Silence, el death melódico melódico y progresivo del que hicieron gala los norteamericanos Allegaeon fue ovacionado largo y tendido cuando tocaron 1618 y obviamente su nuevo single, Stellar Tidal Disruption, en el que no han perdido un ápice de su personalidad como grupo. Una lástima que no tocaran de nuevo Gray Matter Mechanics – Apassionata Ex Machinea ni presentaran Proponent for Sentience I: The Conception, pero igualmente fue un conciertazo, de escasos 30 minutos pero aprovechados al máximo.
Los también norteamericanos Fallujah consiguieron sobreponerse a la gran sensación que acababan de dejar al público sus compatriotas y ofrecieron un gran recital en sus 45 minutos en que presentaban su último single Ultraviolet, un nuevo tema Last Light y a su nuevo vocalista, Antonio Palermo, así como repasaron temazos de su discografía como Sapphire (donde el público les ayudó a coro), Scar Queen y terminando con una de mis favoritas, The Void Alone.
Y después de 3 grupazos que ya habían subido al escenario y que habían caldeado el ambiente al máximo, llegaron los cabezas de cartel, Hora y media de Obscura, que tuvo a su batería eternamente escondido entre la bruma constante que el grupo quería en el escenario, fue todo un festival de lo que reza su propio nombre: oscuridad. Repasaron mayoritariamente su nueva creación, Diluvium, y el anterior Akróasis, con el que se afianzaron en la escena internacional (y donde los conocí) y donde los flirteos con el progresivo por parte de las baquetas de Sebastian Lanser y sobretodo de su gran bajista, Linus Klausenitzer (bajista de Alkaloid, grupo que personalmente me encanta), les dieron esa personalidad tan marcada. Emergent Evolution, Sermon of the Seven Suns, Mortification of the Vulgar Sun, Ode to the Sun, así como los propios temas Diluvium y Akróasis sonaron de maravilla, con un grand finale con la ametrallante The Anticosmic Overload que cerró un recital de cuatro grandes ejemplos de death metal técnico y de enorme calidad. 4 horas de oscuridad y crudeza técnica por San Valentín: los metaleros somos así….