#EnUnTwit: ✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩
Hacía tiempo que quería dedicarle suficiente ídem a esta opera prima que aunque data de 2017 no lo descubrí hasta finales de octubre del año pasado, cuando conocí a esta banda local en el conciertazo que dieron en la Sala Monasterio. Su oscuro metal progresivo y sus letras en inglés abrieron el pasado Rock Fest, y con un directo arrollador y muchas tablas en el escenario, no creo exagerar cuando digo que este quinteto catalán lo tiene todo para triunfar en la escena tanto nacional como internacional. Born in Exile se formó en 2012 pero no fue hasta 2015 que se estabilizaron definitivamente como banda con la incorporación con uno de sus estandartes sonoros, la impresionante voz de su vocalista Kris Vega, y con la que grabaron y se autoeditaron en 2017 esta opera prima llamada Drizzle of Cosmos y donde a pesar de la lógica falta de medios al ser autoedición (en términos de empaque sinfónico de los arreglos y en la mezcla de la sección rítmica), ofrecen una hora de brillante metal progresivo muy técnico y a la vez agradable de oiír y muy pegadizo, a lomos entre Dream Theater y Myrath junto a claros flirteos con las sonoridades de Symphony X e incluso Leprous, y que aún con todo, logran tener un sonido muy personal, algo tremendamente difícil de conseguir hoy en día. Temazos directos y cañeros como Fields of Fire, End of the World o Tycoon se entremezclan con los más progresivos y técnicos como Revenant, Between y No End, logrando un balanceo excelente entre estribillos pegadizos, oscuros riffs y momentos de brillantez técnica a cargo de los dos guitarras Carlos Castillo y Rodrigo Báez sustentados por la gran sección rítmica formada por Lucas Comuñas al bajo y Juanma Avila, todo ello aderezado con la atronadora voz de Kris Vega. Recomendadísimo.
#EnProfundidad
Autoeditarse un disco siempre es una apuesta arriesgada, y más cuando eres un grupo novel y aún más en un ambiente nacional donde el metal y el progresivo no son fenómenos de masas precisamente. Pero la calidad tanto interpretativa como compositiva de los cinco miembros de los barceloneses Born In Exile queda fuera de toda duda a los pocos minutos de oír este excelente álbum que decidieron financiarse y lanzar ellos mismos en 2017. Drizzle of Cosmos empieza con Subject 6850, una gran intro instrumental con toques tribales y un trepidante ritmo 7/4 que prepara el terreno para el inicio de Revenant, tema potente y ya con clara identidad progresiva y en la que se vislumbra el perfecto engranaje rítmico formado por Lucas Comuñas al bajo y Juanma Avila a la batería mezclando excelentemente el 7/4 con el 4/4, con un delicioso solo de guitarra de Carlos Castillo en medio de épicas secciones distorsionantes entremezcladas con algunas más acústicas mientras la omnipotente voz de Kris Vega se lirifica y se rasga con una facilidad pasmosa a lo largo de todo el tema, así como en el siguiente, Fields on Fire. Protagonista de su segundo videoclip, lanzado hace apenas unos días, éste es un contundente zapatazo a la escena metalera con una personalidad atronadora: armonías arábigas que recordarían a Myrath, la inmensa voz de Kris jugando con los límites tanto graves como agudos, y una instrumentación muy dreamtheateriana (sobretodo en su tramo central) colocan a Fields of Fire entre mis temas favoritos.
Y no dejamos las armonías arabigas en la siguiente Dievergent, un tema mucho más directo que los dos anteriores y muy disfrutable en concierto, agradable para seguidores de Symphony X, lleno de unos distorsiones y unos cambios de ritmo que te llevan inevitablemente al headbanging y con un estribillo de lo más pegadizo. Aquí creo importante destacar y agradecer el mimo con el que han escogido el orden de los temas, pues después de un metal agresivo y cañero llegamos al ecuador del disco con la vertiente más progresiva y experimental: Between, personalmente mi tema favorito de este Drizzle of Cosmos. No es un tema rápido sino que sus 8 minutos se deslizan con la justa cadencia para deleitarse y deleitarte pues lo tiene todo: orquestaciones sinfónicas y sonoridades acústicas sabiamente mezcladas con riffs y cambios de ritmo constantemente balanceados entre el 4/4 y el 6/8 en donde las baquetas de Juanma Ávila seducen la canción como nunca mientras las guitarras de Carlos Castillo y Rodrigo Báez flirtean con multitud de géneros como si nada, la progresión vocal es total. Desde la suave primera mitad, donde Kris Vega baja las revoluciones para ofrecer una voz lírica que recuerda a la de Simone Simmons de Epica, hasta los agudos rasgados a lo Leo Jiménez que ejecuta como si nada; incluso se permite unos guturales de infarto, dejando aún lo mejor para un minuto final realmente apoteósico.
Con End of the World empezamos la segunda mitad del disco con uno de los temas más rápidos y potentes del LP, con claros ecos a los Dream Theater del Train of Thought e incluso a Leprous, con un doble bombo brutal de Juanma que en sus 7 minutos nos pone las pilas para la recta final del CD que empieza con Tycoon y su inusual leitmotiv instrumental a 3/4, un tema espejo mezcla de Dievergent y Revenant que en directo es todo un terremoto y que aquí empalma directamente con la vuelta a los ritmos arábigos de Madness Light, otro tema marca de la casa donde las guitarras de Carlos y Rodrigo y la batería de Juanma encajan como un guante en un tema con flirteos con esa mezcla entre progresivo y power tan propia de Symphony X. Y ahí es cuando te das cuenta que, con el talento y la riqueza instrumental y vocal de la que goza esta banda y que han demostrado con Between o Revenant, es una lástima que tiendan al extremismo musical tan a menudo. Quizá dosificándose lograrían un crescendo melódico más interesante que este punto álgido constante que hay en algunas de las canciones. Eso sí, ni que fuera sencillo hacer lo que hacen: ese ímpetu de juventud que tienen y desprenden no lo tienen muchas bandas, y menos en su primer LP.

Con No End, tema más longevo con 9 minutos y medio, llegamos al delicioso final del disco (previo al epílogo que es La Serpiente del Condenado, único tema en español del disco y con un tono parecido a Tycoon). No End es el tema más experimental de todo el álbum, con un alma a modo de medley de todo lo que ha venido siendo Drizzle of Cosmos: su atmósfera rítmica evoluciona en paralelo a la de Between pero con una vertiente más dura, más a tono con Fields of Fire, con riffs más oscuros y más marcados, junto con una línea melódica pareja a la de Revenant y End of the World. Un broche genial a un CD con una gran personalidad y un equipo de 5 personas que han sabido sacar provecho de sus gustos musicales para afianzar un proyecto de metal progresivo de gran talento y que sobresale de la media ya no sólo nacional sino internacional en muchos aspectos. Una lástima que Rodrigo Báez haya dejado la banda, pero con la llegada del nuevo guitarrista Ramiro Alva y con una producción a la altura de su calidad musical, Born In Exile se harán un importante y merecido hueco en la escena musical actual. Y si no, al tiempo.
DRIZZLE OF COSMOS
Progressive Metal
(Born in Exile, España, 2017)Composición
Producción
Interpretación
Interpelación
Duración
Ordenación
Packaging
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✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩GLOBAL
CANCIÓN TOP✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩
Between