Era la primera vez que presenciaba un concierto de la Royal Film Concert Orchestra, una formación apadrinada por la Fundación Excelentia y dirigida por el madrileño Fernando Furones, con más de 90 músicos que interpretan repertorio clásico pero también música de cine. Sonaron francamente espectaculares, bravo. Y era la primera vez que presenciaba un setlist en Barcelona dedicado a Hans Zimmer en una sala de conciertos, con el singular evento llamado Hans Zimmer VS John Williams. Eso sí, “enfrentándolos” como rezaba el programa, se optó por ofrecer Zimmer en la primera parte del concierto y Williams en la segunda, con el único guiño de terminar con el superhéroe de Krypton ambas veces (es decir, con los temas de Man of Steel y Superman respectivamente).
Respecto Zimmer, empezar con The Dark Knight fue un grandísimo acierto, aunque el medley quedó corto en mi opinión y me dejó con ganas de más, al igual que pasó con la minisuite de Interstellar y con Gladiator, de la que solo interpretaron Now We Are Free y en versión instrumental. No obstante, la suite de Pirates of the Caribbean y la sorpresa de incluir Madagascar (con los metales imitando a animales y pasándolo en grande al estilo Big Band) sonaron geniales y muy completas, al igual que Inception, que en vez de suite optaron por dividirlo en dos piezas separadas, con una bombástica Dream is Collapsing que sonó tan increíble que dejó al público atónito y sin aplaudir pues sus escasos 2 minutos dejaron la sensación que seguirían con Time, retrasada hacia el final de esa primera parte. Sólo espero que la orquesta no lo interpretara como que no había gustado, pues almenos por mi parte, fue al revés.
Respecto Williams, el setlist fue impecable pero poco innovador, con las previsibles Indiana Jones, Star Wars, Jurassic Park, Schindler’s List, Jaws, Harry Potter o Finding Neverland de Hook, con la que acertadamente empezaron. Dos detalles importantes son agradablamente destacables, eso sí: Born on 4th of July no suele estar en las quinielas y sonó genial, y de Star Wars optaron por la secuencia final y créditos de Episode VII: The Force Awakens y no con el tema principal de siempre. Eso sí, el bis final fue para la clásica Imperial March, que aun siendo demasiado habitual, es un buen guiño final que fue recibido por aclamación de toda la platea, que lo pasó en grande.