#ElFilmSemanal: Mortal Engines

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Lo que prometía ser el blockbuster de estas navidades (no en vano la película viene con el mensaje “de los creadores de El Señor de los Anillos y El Hobbit” pegado a ella), se desinfla sin freno a partir de una propuesta la mar de interesante. Ignoro cómo es la novela juvenil en la que se basa por no haberla leído, pero como ya dije en la crítica de Ready Player One, no importa que el material literario de Mortal Engines sea más o menos bueno cuando su principal problema es que ya no funciona como película. Sí, el film empieza muy bien: una gran metrópolis como Londres ha decidido cruzar el charco y cazar ciudades más pequeñas en la Europa continental; estamos en un mundo postapocalíptico que termina con casi todos los recursos naturales (genial el usar el propio logo de la Universal para ejemplificar la guerra) y que desencadena una civilización steampunk con ciudades móviles con ruedas y volante a propulsión mediante motor de combustión y donde la tecnología se construye mediante piezas usadas del pasado (como smartphones). Estos son los flamantes primeros 5 minutos de Mortal Engines, y los más interesantes. Después de eso, el guión del trígono tolkiano (Fran Walsh, Philippa Boyens y Peter Jackson) es un absoluto desastre, totalmente insípido y con píldoras del mundo inventado interesantes pero que importan poco o nada respecto una trama que apenas influye en las ciudades móviles. Y la neutra dirección del debutante Christian Rivers (mano derecha artística de Jackson en todas sus obras) no ayuda en absoluto.

#EnProfundidad

Algo haces mal cuando el trasfondo a partir del que se basa el argumento de Mortal Engines interesa mucho más que su propia trama y su empaque fílmico, que parece una especie de refrito del Episodio IV de Star Wars: un héroe ingenuo que termina exiliado y se rebela, una heroína con parentescos curiosos decidida a acabar con el villano, un mercenario sarcástico que termina ayudándoles, y un villano que está construyendo el arma definitiva en secreto en una base móvil -Londres-. Y si encima le añades una subtrama que parece un reciclaje (nunca mejor dicho) de Terminator, sobretodo en el aspecto visual, el resultado global demuestra una falta de personalidad flagrante de personalidad, incluyendo personajes que parecen sacados de Sion, la ciudad rebelde de Matrix. ¿Y el Agente Smith es el villano del film? Pues irónicamente sí, y nadie del elenco, ni siquiera Hugo Weaving, está especialmente brillante a nivel interpretativo.

Mucho ha llovido desde 2008 cuando Peter Jackson compró los derechos para llevar al cine esta saga literaria de Phillip Reeve. En esa época es cuando empezó el furor de las sagas juveniles como Twilight (Crepúsculo) con sus 5 películas entre 2008 y 2012, pero que tuvo su final con la trilogía de Divergente con dos películas en 2014 y 2015 estrenadas en cine, pero con su entrega final hecha directamente para televisión en 2016. Y en 2018 acababan los derechos cinematográficos de Mortal Engines. Y se notan las prisas. Los apartados visual y sonoro son sin duda su mejor baza, aunque los artistas se hayan “inspirado” demasiado en “lugares comunes” como Star Wars, las trilogías de Tolkien, e incluso Matrix y Terminator. Una película con un mundo tan interesante como el de Mortal Engines debería haber tenido más personalidad, y una banda sonora con instrumentaciones y harmonías distintas para cada facción (aprovechando que se basan en nuestras culturas actuales), pero tampoco: la banda sonora de Tom Holkenborg (conocido como Junkie XL) es un amasijo de esa epicidad neutra que tanto gusta en Hollywood, que es deudora directa del sonido de Hans Zimmer y que resulta atractiva y audible y del que soy fan, pero que sin alma tiene un interés ciematográfico nulo. Y lo poco salvable y con personalidad es casi una calca de la Cavalgata de las Valkirias de Wagner.

En conclusión, un film totalmente olvidable, hecho con prisas, fuera de la época donde habría tenido mucho más éxito, y que pese a durar 2 horas y no 3 como las entregas tolkianas, se hace larga y sosa aun con un tercer acto muy épico que no consigue levantar el hastío arrastrado hasta ese momento. Una pena.

MORTAL ENGINES
(Nueva Zelanda / USA, 2018; dtor: Christian Rivers)
Tono
Guión
Montaje
Actores
Sonido
Música
Foto
Visuales
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Un comentario

  1. Gracias por la información, dudo que vaya a verla, a no ser claro que lo haga para fastidiar a mi ingenuo acompañante….

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