Si la anterior entrega de la cobertura de Terrormolins se focalizó en toda la jornada dedicada a los cortometrajes (una de mis jornadas preferidas del festival, nunca me cansaré de decirlo), es turno ahora de hablar de los largometrajes vistos a lo largo de toda la semana laboral, donde el trabajar ocho horas al día, luego ir a Molins de Rei y volver a Barcelona a dormir (un poco) se convirtió en un tour de force que acabó machacándome con fiebre justo para la maratón de las 12 horas y perdérmela… uy, acabo de hacer un spoiler.
Lunes 12
Empecé con mal pie mis andanzas con los largometrajes por un problema de la copia recibida por el festival del film anterior, Abrakadabra, que no podía ver por horario. Oficialmente dura 90 minutos pero esa copia duraba 70, así que I’ll Take Your Dead, el segundo film de la doble sesión de esa tarde estaba empezada cuando llegué a Molins de Rei. Pero aún así fue muy disfrutable. I’ll Take Your Dead son 80 minutos de un buen concepto y una buena puesta escena y desarrollo de la historia: en una casa muy apartada vive un padre con su hija de unos 10 años. El trabajo del padre: se deshace de cadáveres que le traen, sin hacer preguntas. Y un día una chica que le traen no está muerta pero sí aterrorizada. Decidirán mantenerla cautiva y curarle la herida, y ahí empezará una convivencia un tanto peculiar entre la chica herida, el padre y la hija, quien no tiene otro deseo que irse de esa casa pues en ella ve fantasmas. Las ansias de la chica de escapar de esa casa desconocida llevarán a un desenlace quizá demasiado visto para esa propuesta tan interesante que iba ofreciendo el film de Chad Archibald hasta ese momento, pero no deja de ser muy recomendable por lo sencillo que parece manejar todos los factores del guión.
Tiempo para cenar, donde aproveché para ir a degustar una muestra del Gastroterror con David Muñoz, mi compañero de fatigas en la co-cobertura del festival para L’Escriba en la que también participo, y con lo bien que íbamos de tiempo acabamos entrando algo justos a la siguiente película: Blood Paradise, opera prima de la pareja Patrick Von Barkenberg y Andrea Winter, que vinieron a presentarla junto con los demás. Ellos dos Escriben, dirigen, producen y protagonizan esta grotesca y a su vez divertida y erótica película, donde una escritora de novela criminal ha recibido mala prensa por su última obra y su agente la manda a un pueblecito perdido de Suecia para cambiar de aires e inspirarse. Pero las raras gentes que encontrará ahí, como un taxista fanático de su obra así, el granjero que la hospedará melancólico de su esposa muerta o la hostilidad silenciosa de sus hijos hacia ella darán una atmósfera insana a un lugar idílico que desencadenará más problemas de los que uno cabría esperar. No es un gran film pero ofrece lo que pretende: divertimento erótico y bizarro y cuando la fórmula no da más de sí enlaza con su desenlace, y eso es bueno. Y no puede decirse que los gratuitos desnudos de Andrea Winter sean exigencias del guión cuando el guión es precisamente suyo…
Faltaba una película, What Keeps You Alive, pero eran ya las once de la noche pasadas y me esperaba una semana muy larga así que abandoné La Peni para volver a Barcelona. Mañana era martes y tocaba trabajar.
Martes 13
Por cuestiones de horario me perdía toda la doble sesión Movistar Plus de la tarde con Leatherface y Los Hijos de Satán, así que por imperativo laboral la llegada fue mucho más tranquila que el día anterior: a punto para cenar tranquilamente y disponerme a ver, esta vez entera, la doble sesión nocturna, que prometía ser de las más potentes del festival. Y efectivamente, así fue.
Empezamos con una de mis películas preferidas de esta edición: The Witch in the Window, de sólo 77 minutos pero aprovechados al máximo; con un saber hacer y una grandísima puesta escena muy sugestiva, con cero efectos especiales y una gran sensación de inquietud durante la mayor parte del metraje. Lo que iban a ser un hermoso caserío en el Vermont rural que un padre y su hijo de doce años iban a arreglar y acondicionar devendrá poco a poco en una nocivo hogar al que una misteriosa maldición cuenta que la casa está encantada. Puede sonar a “más de lo mismo”, pero precisamente el inteligente guión usa ese común punto de partida para ofrecer una película encantadoramente incómoda, con una de las escenas más impactantes que he visto en años y con cero artificios, y con un desenlace de quitarse el sombrero. Sin duda la propuesta de Andy Mitton es uno de los mejores films que he visto este Terrormolins 2018.
Y si The Witch In The Window me marcó, la siguiente película cerraba una excelente doble sesión. Tigers are not Afraid, o ¡Vuelven! (su nombre original), es un film mexicano dirigido por Issa López y protagonizado por un grupo de niños huérfanos (excelentísimos actores en un guión francamente complejo), a quienes los cárteles les han secuestrado o matado a los padres, en una de las peligrosas barriadas del país en medio de la guerra de narcos. Contada como una oscura fábula que mezcla el drama humano con un toque fantástico que, aunque es muy potente el film sería igualmente excelente sin él, con Tigers Are Not Afraid Issa Lopez logra en menos de 90 minutos conmover con la historia de Estrella, una niña de 10 años que junto a otros cuatro niños plantarán cara al líder del cártel de su zona con un ángel de la guarda más real de lo que parece. Dirigida con gran presteza y controlando siempre un argumento muy duro y muy seco que se balancea muy bien con el cine de género, es otra de las grandes propuestas del festival de este año. E imperdible la presentación que la misma Issa Lopez hizo mediante un video (no pudo venir a presentar su película), de tono muy cómico y en compañía de un peluche; peluche de un tigre, claro.
Llegué a casa demasiado tarde para poder considerarme alguien responsable que tiene que dormir sus horas para ir a trabajar descansado, pero valió la pena. Y además en coche, pues mi colega Gerard Fossas, coautor del libro oficial del festival sobre de De Palma y que no quiso perderse tampoco esa flamante doble sesión, se ofreció a llevarme a Barcelona en coche a esas horas intempestivas. O me apunté a volver con él sin pedírselo, ya no me acuerdo. De lo que sí me acuerdo es de que sin duda alguna, The With in the Window y Tigers Are Not Afraid son dos películas a tener muy en cuenta.