#ElFilmSemanal: Bohemian Rhapsody

Aunque tiene ejemplos más que interesantes, el género de los biopics suele ser muy irregular, porque suelen basarse en una persona en concreto, y a veces falta foco argumental. Bohemian Rhapsody, como biopic de Queen, puede ser superficial y muy poco exacto (su principal inconveniente que baja puntos a un guión que busca narración cinematográfica más que realidad) y quizá demasiado centrado en Freddie Mercury, pero es innegable que basarse en las composiciones más icónicas del grupo (y no solo la que da título al film) como hilo conductor paralelo al humano ha dado buenos resultados. Porque éste no es un biopic al uso: Freddie Mercury es el co-protagonista junto a una biografía musical que usa a los componentes del grupo para ser explicada.

Y aunque resulta interesante intentar descubrir dónde está la mano de Bryan Singer y dónde la de Dexter Fletcher, quien no consta en los créditos por normas del Sindicato de Directores aunque Singer fuera apartado del rodaje y él terminase el film, creo que el factor clave es que el montaje del film lo ha hecho el también compositor de bandas sonoras John Ottman (habitual de Singer): tener un músico montando un biopic con gran carga musical, donde incluso las canciones de Queen aparecen en clave de guión, es un gran acierto. Y eso es porque, aunque es una lástima que las letras de las canciones que suenan no se subtitulen, las letras de las canciones e incluso la canción en sí y cómo está reproducida (en especial el directo de Love Of My Life donde canta el público) van siemrpe en consonancia con lo que ocurre en el film. Siempre he dicho que la banda sonora es el tercer guión de una película (el segundo es el montaje), pero es que aquí queda más patente que nunca.

Mención aparte merece la labor de caracterización de los actores y el esfuerzo interpretativo de éstos, donde destaca un Rami Malek excelso como Freddie Mercury y protagonista casi absoluto de la película, con Ben Hardy, Gwilym Lee y Joseph Mazzello como Roger Taylor, Brian May y John Deacon respectivamente. Con los reales May y Taylor como productores así como consultores musicales y creativos, la película sabe transmitir muy bien el proceso de composición y grabación de los discos, con incluso mucho humor respecto a la multipista de los coros en Bohemian Rhapsody, y todos los componentes de Queen tienen su momento de protagonismo (memorable el momento de John Deacon y su Another that Bites the Dust). Y el guión no se queda atrás, sabiendo explicar con una gran elegancia tanto la homosexualidad como el SIDA que fueron dos de los tres puntos de inflexión en la vida de Mercury junto con el del éxito profesional, ejemplificado en ese épico final con la bestial recreación del Live Aid donde los actores ejecutan un buenísimo playback (un gran detalle de todo el film dejar intacto el insustuible audio original de conciertos y grabaciones, por cierto). Un broche de oro increíble que deja a Bohemian Rhapsody en todo lo alto, sin caer en los dramatismos de la muerte de Mercury más que a modo de epílogo mientras suena Don’t Stop Me Now (que no había aparecido hasta ahora, y lo hace poéticamente) para empalmar luego Show Must Go On en los créditos. Una jugada maestra para mostrar la cronología del grupo (pues Show… es posterior al Live Aid) y a su vez remarcar el mensaje espiritual de la película.

BOHEMIAN RHAPSODY
(Reino Unido, 2018;
dtores: Bryan Singer, Dexter Fletcher)
Tono
Guión
Montaje
Actores
Sonido
Música
Foto
Visuales
✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩
✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩
✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩
✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩
✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩
✭✭✭✭✭✭✭✭✭✩
✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩
✭✭✭✭✭✭✭✩✩✩
GLOBAL
✭✭✭✭✭✭✭✭✩✩

 

Deja un comentario