Cuando llegó el pasado 7 de noviembre, miércoles, aún faltaban dos días para que empezara el Festival de Cine de Terror de Molins de Rei, pero un evento oficial como la presentación del libro oficial de esta 37 edición se daba lugar en el Museu Municipal de la ciudad, conocido como Ca n’Ametller, lugar que además albergaba la exposición que el festival organizó en torno a Brian De Palma, director homenajeado este 2018 a quien se le dedicaba tanto la retrospectiva como el ya citado libro, como ya contamos en nuestra previa hace semanas.
A las 19:00 llegaba a casa de mi amigo Jordi Ojeda, profesor de Economía y Empresa en la UB, divulgador científico y una infinidad de cosas más, y juntos iríamos en coche hasta Molins de Rei para el evento. 25 minutos para llegar y 25 más para encontrar aparcamiento; todo controlado: la cita era a las 20:00 y llegamos puntuales a Ca n’Ametller. Allí nos encontramos amigos y conocidos varios, entre ellos a Marta Torres, coeditora junto a Lluís Rueda en la Editorial Hermenaute del libro, así como a su coordinador y coautor Albert Galera, y a Gerard Fossas, autor también de uno de los capítulos. Pronto llegaron los demás autores: Ignasi Juliachs, Jordi Batet y Antonio José Navarro junto a Javier Marín (quienes ya participaron en la mesa redonda sobre Michael Haneke en la pasada edición de Terrormolins), con este último obsequiándonos con un monólogo humorístico al inicio del evento. Quedaba un autor, Jaume Claver, que no pudo asistir por motivos personales.
La presentación, como el libro, fue coordinada por Albert Galera, y fue invitando a los distintos autores (en la foto superior y de izquierda a derecha, Navarro, Fossas, Juliachs, Batet, Torres y el propio Galera) a hablar sobre su propio capítulo. De la presentación quedó clara, aparte de la fascinación por uno de los directores de la corriente conocida como Nuevo Hollywood (entre los que aparte de Brian de Palma hay también Steven Spielberg, George Lucas, Martin Scorsese o Francis Ford Coppola, por nombrar a algunos) y que revolucionó la forma de hacer cine en su meca, contraculturalmente:
- el carácter extremadamente visual de sus films como potenciadores de su mensaje, como la profundidad de campo dual, los planos secuencia casi coreográficos y una pantalla partida que nos invita a experimentar dos situaciones paralelas o la misma desde distintos ángulos.
- la obsesión por jugar deliberadamente con la dualidad entre realidad e ilusión que nos hace replantear lo que estamos viendo una y otra vez.
- el ambiente hitchcockiano del que hacen gala muchos de sus filmes, con unos personajes protagonistas llenos de miedos y obsesiones de los que hará partícipe al espectador en un voyeurismo hipnótico.
Finalmente, y para terminar la velada, Jordi Batet, quien aparte de coautor del libro es coleccionista y propietario del material que se exponía en esa sala de Ca n’Ametller, hizo a los presentes una visita guiada fascinante por toda la exposición. Pósters de prácticamente todos los films de de Palma de multitud de países, así como figuras, bandas sonoras y demás merchandising hacían las delicias de los que nos encontrábamos allí. Una exposición fascinante que empezó con el material audiovisual de casi 20 minutos que repasaba toda la filmografía de de Palma y jugaba con relacionar planos y situaciones de distintos films mediante los distintos guiños visuales del que hace gala el director americano, desde Scarface a Mission to Mars pasando por Dressed to Kill o Mission: Impossible.
Y con esa tarde/noche dedicada por completo a escuchar y ver acerca de Brian de Palma volví a Barcelona, sabiendo de antemano que no podría asistir a la gala inaugural de Terrormolins por tener el agridulce concierto de Brad Mehldau con la OBC en L’Auditori de Barcelona al mismo tiempo. Eso sí, a partir de los cortometrajes del sábado 10 las ganas de disfrutar y cubrir de todo el festival estaban intactar, sin saber aún que la fiebre me echaría por tierra el colofón de la maratón de las 12 horas del sábado 17. Pero esto es otra historia…