La tarde-noche del 19 de octubre de 2017 prometía. Vería en directo a una banda austríaca que conocía a principios de año gracias a una compañera de trabajo. Su nombre: Harakiri for the Sky. Su estilo prog unido al black metal y a un aura depresiva continua, junto al peculiar estilo agónico de su vocalista, los hacen únicos. Y hablando de depresión y agonía, justo ese día, en la ciudad condal llovía a cántaros, con lo que llegamos empapados a la Sala Upload. Desde luego Harakiri se toma en serio la ambientación…
Personalmente nunca había estado en la Sala Upload, en el Poble Espanyol, pero su original estructura de pisos con escaleras, esa luz roja omnipresente y esa decoración pagana eran sin duda el escenario perfecto para un concierto de este tipo. A Harakiri for the Sky les precederían los italianos Shores of Null y una banda local, Perennial Isolation.
La velada empezó con la banda barcelonesa, con su atmospheric black metal que aún no había tenido la oportunidad de descubrir. Muy contundentes, Perennial Isolation ofrecieron unos guturales y una base rítmica muy sólidas, y presentaron un metal de calidad, oscuro y lleno de dolor. Aunque hubo canciones que me gustaron mucho, he de decir que su estilo está algo alejado de mis gustos personales, más cercanos al melodic que a su atmospheric. Pero al césar lo que es del césar, hicieron muy buen papel. Da gusto ver buen metal hecho en Barcelona, y Perennial Isolation, que presentaba su nuevo álbum Epiphanies of the Orphaned Light, son un claro ejemplo de ello.
Llegó el turno de los italianos Shores of Null, con un sonido no tan extremo como Perennial pero igual de oscuro, mucho más melódicos y con ciertos flirteos hacia el doom metal. La voz de Davide Straccione se movía elegantemente entre los guturales y la voz limpia y grave, aunque al segundo estilo quizá le faltó algo de empaque y no resultó igual de potente que cuando cambiaba a su registro más oscuro. Una lástima. No obstante, los italianos sonaron con muchísima más garra sobre el escenario que en los álbums de estudio, y ofrecieron a los presentes un setlist que fue sin duda de menos a más, apoyándose más en su primer álbum que en el que presentaban, Black Drapes for Tomorrow, más pausado que su opera prima. Una pena que no tocaran The Kolyma Route, mi pieza favorita de su segundo disco, pero el resultado final fue más que satisfactorio, el público acabó encantado.
A continuación podéis ver un video en exclusiva que resume la actuación de los dos grupos teloneros: primero Perennial Isolation, para finalizar con Shores of Null:
Llegaba el plato fuerte, pero antes, el dúo formado por la mente pensante del multi-instrumentista Matthias Sollak y el agónico (literalmente) vocalista Michael V. Wahntraum nos tenía reservada una sorpresa vía Facebook: la portada y el tracklist de su cuarto álbum de estudio, Arson, que habían hecho público mientras los teloneros estaban en el escenario. Una gran noticia que no hizo sino dar alas al público, que ya ansiábamos verlos.
Personalmente, mi álbum favorito de Harakiri era justamente el que presentaban, Trauma, mucho más prog que los dos anteriores y con un sonido menos oscuro y más accesible. Por eso la selección de canciones del concierto para mí fue ideal, interpretando mis 5 temas favoritos de los 8 “traumas” que hay en total.
Empezaron con Calling the Rain, el temazo que abre Trauma, de más de 11 minutos, cadencia creciente y multitud de pasajes progresivos, seguido de la vertiginosa y oscura Funeral Dreams, uno de los hits del cd. Los riffs de guitarra sonaban potentísimos, el doble bombo omnipresente era perfecto, y el desgarro vocal era increíble. Se “saltaron” Thanatos, una de mis preferidas, para empalmar sin descanso con This Life as a Dagger y entonces sí, llegó Thanatos. A destacar la presencia entonces de Davide Straccione de Shores of Null para cantar para Harakiri el pasaje de voces limpias.
Después de los 4 primeros “traumas” de la noche y sus respectivos 40 minutos de música, tocaba volver a su opera prima homónima, de la que seleccionaron la apertura, Lungs Filled with Water. La Sala Upload se oscureció más con ese clásico, si eso era posible, para volver con Viaticum, el quinto tema de su álbum de presentación.
El segundo cd, Aokigahara, tuvo su momento con el último tema de la noche, la brutal Jhator, donde tanto el público como la voz de Michael V. Wahntraum entraron en éxtasis. Es increíble como Wahntraum puede lanzar esos chillidos de dolor continuamente (que no sé cómo no descoyuntan sus cuerdas vocales hasta decir basta), sin ninguna clase de técnica, incluso desafinando, pero en los que pone el 200% de su alma, llegando a sitios de tu cerebro que hasta tú desconoces. Sencillamente impresionante.
De hecho, cuesta mucho resumir la música de Harakiri for the Sky, un grupo en que todos los temas rondan los 8-9 minutos y gozan de múltiples texturas, pero he logrado (creo) condensar las buenas sensaciones de la banda en el siguiente resumen de 5 minutos, a modo de suite empalmando trozos de diferentes canciones:
Si hay algún punto destacable negativamente, es la duración del concierto. Como fan de un cabeza de cartel, es natural tener la sensación de que siempre “tocan poco rato”. Aunque tocaran tres horas querrías más. Pero el setlist, aunque impecable, constó únicamente de 7 temas (aunque longevos, superando la hora de directo), y nos dejó al público con ganas de más. Ni un encore, se despidieron y se fueron, aunque los fieles a la banda me contaron que en ellos es habitual. Quizá es parte del dolor que quieren provocar…