Se ha inaugurado el portal @lamusaqueera el 1 de septiembre y no por pura casualidad: en parte ha sido porque en septiembre es cuando empiezan las temporadas de espectáculos culturales, especialmente los musicales… en particular los sinfónicos. Tanto la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) com la Banda Municipal de Barcelona, las dos adjuntas a L’Auditori de Barcelona, empiezan sus temporadas en más o menos un mes, y como veis por la foto superior, uno va a visitarles bastante.
Respecto la OBC, mi foco principal radica en el abono de música de cine (que adquiero por tercer año consecutivo), que esta vez nos obsequiará con un especial de musicales de Andrew Lloyd Webber, y tres interpretaciones en directo de tres bandas sonoras alucinantes durante la proyección del propio film: ET The Extraterrestrial, West Side Story, y el proyecto de animación más complejo de Walt Disney, Fantasia, que proponía cortometrajes al estilo Disney totalmente sincronizados con música clásica. ¿Quién no recuerda el increíble Aprendiz de Brujo Mickey Mouse?
Con la Banda Municipal de Barcelona he tenido un idilio que ha ido a más estos últimos 2 años, hasta que este año me decidí por comprarme el abono personalizado, y asistiré a 8 de sus conciertos, con especial ilusión:
- la sinfonía de Johan de Meij sobre Lord of the Rings (nada en común con la magna obra de Howard Shore),
- el concierto sobre George Gershwin y su Rhapsody in Blue,
- el recital de suites instrumentales de Turandot (Puccini), y Lohengrin y Tannhäuser (Wagner),
- el especial sobre John Williams y su obra de música para cine,
- y el programa especial de música catalana interpretado por la Banda y tres solistas de tenora, una de los instrumentos más particulares de la cobla catalana y la sardana.
Y qué decir del Gran Teatre del Liceu, y sus grandes orquesta y coro. Socio por segundo año consecutivo, en total asistiré al ballet de Romeo y Julieta con la complejísima música de Prokofiev, y a un total de 7 óperas, entre ellas L’Elisir d’Amore de Donizetti, mi dosis anual de Wagner con Tristan und Isolde, y dos propuestas que me interesan sobremanera: Demon, mi primera incursión en la ópera eslava, y Andrea Chénier y su inmensa puesta en escena de la Revolución Francesa.
Esta temporada promete ser sinfónicamente inolvidable. Y eso sin contar el programa del Palau de la Música Catalana, recinto que también visitaré mínimo una vez para el prometedor concierto De Gershwin a Guinovart, donde el famoso compositor catalán Albert Guinovart al piano acompañado de la ya familiar Orquesta Simfònica del Vallès interpretaràn el Concierto en Fa de Gershwin y suites de los musicales de Guinovart, entre ellos Mar i Cel o el más reciente Scaramouche.
Como melómano, no está nada mal. Creo… 🙂